¿LLEGARON TODAS?

Entre Columnas

Martín Quitano Martínez

“Este cuerpo es mío, no se toca, no se viola, no se mata”.

Anónimo

Hoy es el 25N. Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres y por eso estamos obligados a mostrar los niveles de retraso institucional y social para enfrentar este flagelo cotidiano en el mundo pero particularmente en nuestro país.

En el informe “Feminicidios en 2023”  realizado por ONU Mujeres y la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, (UNODC), se muestran datos impresionantes de la violencia que padecen las mujeres a nivel global, particularmente en su expresión más extrema: los feminicidios.

  • “A nivel mundial, 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente en 2023.
  • El 60 por ciento de estos homicidios —51.000— fueron cometidos por una pareja íntima o alguien más de la familia.
  • Cada día, 140 mujeres y niñas mueren a manos de su pareja o de un miembro de su familia, lo que significa que una mujer o niña muere cada diez minutos”*

“Escala mundial de la violencia contra la mujer: Se estima que 736 millones de mujeres (casi una de cada tres), han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja, violencia sexual por parte de alguien que no es su pareja, o ambas, al menos una vez en su vida (el 30% de las mujeres de 15 años o más).”*

Estos son apenas unos datos demoledores por el dolor que significan. Pueden revisarlos con mayor amplitud en el documento de ONU Mujeres del que al final les ofrezco la liga.

En nuestro país se generaron altas expectativas con el arribo de un nuevo grupo político que ofreció un compromiso pleno con la construcción de acciones y presupuestos para enfrentar la violencia contra las mujeres, pero sus resultados dejan mucho que desear.

La incapacidad, la indiferencia y en muchísimas ocasiones las descalificaciones desde el poder para con las luchas y demandas de las mujeres, muestran el rostro duro de un gobierno que a contra mano de su discurso abandona sus responsabilidades desde el año 2018, para combatir y prevenir este tipo de violencia.

De acuerdo a un informe de Data Cívica, en los últimos 20 años en México la violencia contra las mujeres ha tenido un aumento de 127% en homicidios de mujeres”. También destaca un preocupante incremento del 34% en feminicidios, con una tasa actual de 1.38 por cada 100.000 mujeres.”**.

Se ha incrementado el uso de armas de fuego contra las mujeres pasando del 42.8% en 2013 al 61.3 en 2023.

“Otro aspecto alarmante es la violencia institucional. Entre las mujeres privadas de su libertad, el 29% confesó delitos bajo amenazas y el 61.3 % no recibió información sobre sus derechos al momento de ser detenidas. Estos datos reflejan una brecha en comparación con la experiencia de hombres en condiciones similares.”**.

El día de la llegada de la nueva administración, el discurso se encabezó con un: “Llegamos todas”, con lo cual no se esperaría la continuidad de una transformación que ha referido olvido y rechazo a las reivindicaciones de las mujeres, sino compromisos y acciones reales que mejoren sus condiciones de vida y respalden la lucha contra la violencia que crece contra las mujeres.

Más aún porque ahora es una mujer la que preside el país y porque tiene como lema que “es tiempo de mujeres”, y nombra a muchas mujeres en su gabinete. Estamos expectantes para observar la actuación del nuevo gobierno, que se gobierne fuera de los esquemas tradicionales más allá de que sean mujeres quienes desde la presidencia misma de la republica tienen las responsabilidades y que el discurso alentador sea superado con acciones y realidades, un ejercicio gubernamental que empuje claro y contundente contra lo que hoy por hoy es un flagelo de vida de millones.

Pero algunos mensajes nos alertan sobre malos datos fuera de que el mismo 25N el palacio nacional estuviera vallado ante la movilización de las mujeres. De acuerdo al Centro de Análisis e Investigación Fundar, el próximo año se reducirá el presupuesto para tratar la violencia contra las mujeres.

Es claro que el problema es grave, es profundo y es doloroso. Por ello, es necesario más que palabras y lemas propagandísticos. No es suficiente que una mujer dirija el país y tenga a cargo la definición de rutas claras para detener, disminuir y erradicar esa violencia que se enseñorea con una brutalidad inaceptable. Un gobierno con perspectiva de género como se asumen, no lo será si no se hacen presentes acciones claras y contundentes.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA

Triste desempeño y penoso cierre con las comparecencias de las Secretarías de gobierno.

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Fuentes: