Jorge Ricardo Nicolás
Agencia Reforma
Ciudad de México 15 noviembre 2023.- Apenas consiguió licencia en el Senado y fue despedida con un mariachi, la panista Xóchitl Gálvez se registró como precandidata del PRD a la Presidencia de la República a dos kilómetros de distancia, ante menos de 100 personas, en un acto calificado como «mero ejercicio de calentamiento».
«Quiero que sepan que estoy aquí para rescatar a la verdadera izquierda, vamos a rescatar a la verdadera izquierda. No se equivoquen, Morena no es de izquierda, no es de izquierda, vean lo que hoy nos acaban de mandar al Senado como terna para elegir a una Ministra de la Corte», dijo Gálvez en un pequeño auditorio de la calle de Monterrey, en la Colonia Roma.
Nerviosa, con un vestido casi amarillo que se había puesto antes de salir del Senado, Gálvez llegó una hora tarde en camioneta y leyó su discurso ya no en telepromter, que le falló el domingo en el Monumento a la Revolución, sino en su iPad. Se refería a la propuesta de tres militantes de Morena con que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pretende ocupar el espacio que dejó vacío Arturo Zaldívar para irse al equipo de Claudia Sheinbaum.
«No hay manera de procesar esa terna, porque lo que buscan es colonizar a la Corte. No buscan que la Corte decida de acuerdo a la Constitución; no les importa lo que dice la Constitución. Si de verdad tienen tanta confianza, pues que cambien la Constitución, pero el pueblo de México no les dio la mayoría calificada y se aguantan», dijo.
«¡Presidenta! ¡Presidenta!», le coreaba el público, sudoroso ya por el reducido espacio: tres hileras de sillas desde el presidium a la puerta del Auditorio Valentín Campa.
«Por aquí pasaron personajes históricos», le dijo el dirigente nacional del perredismo, Jesús Zambrano.
«Aquí estuvo Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo, Porfirio Muñoz Ledo, Gilberto Rincón Gallardo, y otros que andan allá. Mejor ni los menciono».
Se habría referido a López Obrador, pero también Víctor Hugo Lobo, uno de los tres diputados que tenía el PRD en la Ciudad de México, que el martes se fue del partido.
«Dios lo tenga en su santa gloria», dijo una hora antes la dirigente del PRD en la Ciudad de México, Nora Arias, cuando salía a mirar si ya llegaba la senadora con licencia y después estuvo a su lado en el presidium.
Estuvieron también el senador Miguel Ángel Mancera y Luis Cházaro, aspirante a Jefe de Gobierno. Entre ellos, Gálvez se presentaba desde la derecha para rescatar a la izquierda.
«Yo estoy segura que mi campaña va a regresar a muchos perredistas que se fueron creyendo en una utopía», aseguró.
Gálvez dijo que iniciará su campaña el lunes en Ciudad Juárez, Chihuahua,y que será una campaña alegre y divertida, con propuestas.
En su último día en el Senado, había propuesto una iniciativa de gobiernos de coalición, que le sirvió para apuntar hacia Claudia Sheinbaum.
«México ya no necesita mujeres todopoderosas, hay una que dice que lo es, pero ya sabemos quién la manda», lanzó para calentar el brazo.
El registro quedaba saldado en menos de media hora. «Más de cantidad, es un acto de densidad política, aquí hay representantes del PRD de todo el País», dijo Verónica Juárez, ex diputada, con un pequeño sol colgado del cuello.
A pesar de eso, la ex senadora Angélica de la Peña se había asomado hacia la calle, buscando el tumulto. «Vine a ver cuánta gente hay», comentó antes de que arrancara el acto y no había nadie.
No hubo banderolas ni tumultos ni mantas ni matracas. Zambrano decía que era apenas un ejercicio de calentamiento, que el domingo en Coyoacán le entregarán su constancia de precandidata y entonces podrían mostrar el músculo.
«Una parte, porque más que mostrar el músculo, estamos haciendo tiros de calentamiento», expresó.