Yanireth Israde González
Agencia Reforma
Ciudad de México 14 noviembre 2023.- La poesía es impotente para derribar dictaduras o para detener un genocidio, admite Raúl Zurita, el mayor poeta vivo de Chile, pero sin ella, advierte en entrevista, ningún cambio es posible.
«La poesía es absolutamente impotente. La poesía no puede derribar una dictadura, no puede parar un genocidio, no puede eliminar el sufrimiento de millones y millones de seres humanos, pero sin la poesía no es posible ningún cambio, pues representa esa dimensión del sueño irrenunciable que todos, de una u otra forma, guardan en el fondo de sí mismos.
«¿Por qué esa gente que sufre tanto no se mata? ¿Por qué no se suicidan? ¿Por qué entre los más desposeídos las tasas de suicidio son muy bajas? Porque de todas maneras siempre tiene que haber una mínima, pero mínima rendija de luz. Se cierra esa rendija de luz y todo se acaba».
Zurita, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, conversó con REFORMA tras recibir el Reconocimiento a la Excelencia en Letras de Humanidad, que la Cámara de Diputados, a través del Espacio Cultural San Lázaro, le otorgó ayer.
«¿Cómo se puede escribir poesía después de Auschwitz? Siempre he pensado que la respuesta es muy simple: para que se pueda escribir no tiene que haber más Auschwitz», dijo durante su discurso, en referencia al cuestionamiento del filósofo alemán Theodor Adorno.
Posteriormente, en entrevista, abundó: «Siempre me ha parecido esa pregunta un poco retórica y un poco banal. En lo más profundo de nosotros mismos hay que gritar ‘No a Auschwitz’, ‘No a la masacre, al genocidio palestino’, ‘No a todos los horrores’. Somos tan breves; es tan profundamente absurdo. Es un ápice (en el que estamos), y en ese ápice nos matamos, nos descuartizamos.
«Es como si la historia no existiera, como si fuera un solo momento: el mismo momento en que se está destruyendo Troya, el mismo momento en que se está destruyendo Hiroshima, el mismo momento en que se está quemando un ser humano en Auschwitz, el mismo momento en que se está bombardeando Palestina, como si fuese una raza de asesinos condenada, no obstante, a mantener la esperanza como sea, aunque sea rasguñando el suelo. Si se puede hablar de misión, la de la poesía es esa.
¿Cómo mantiene usted la esperanza?.
Así. Yo no quise haber escrito. Me extraña haber escrito libros. La verdad es que no me lo propuse, al contrario, yo no quería ser poeta. Me tomaron preso el 11 de septiembre, preso en un barco; fui golpeado, torturado y no tenía trabajo. Lo necesitaba urgente porque ya tenía hijo y no conseguía trabajo. Y escribía, no podía hacer otra cosa.
¿Fue más fuerte el deseo de escribir?
Fue más fuerte la desesperación; no poder ir más allá. Era lo indecible, lo indecible, lo indecible… ¿Cómo? ¿cómo? ¿cómo?… Como si te estrellaras contra un muro y no pudieras más.
Cuando lo indecible se pone en palabras, ¿se vuelve descifrable?
Se pone en palabras. Es menos terrible.
¿Si estuviéramos más conscientes de que la poesía puede estar en todos lados -usted lo ha dicho-, ¿seríamos una raza menos asesina?
Sí, claro. Basta ver cómo las cosas nacen. Debería ser así, pero no es así.
¿Hay que mirar entonces arriba, abajo, a los lados para encontrar la poesía?
Pero no es un asunto de ampliar los límites, para nada. Creo que nadie ha ampliado más los límites como un tal Shakespeare. La poesía es exactamente lo que tú quieras hacer que se llame poesía. Yo nunca he hecho cosas por hacer, siempre han sido por urgencia, por urgentes.
¿Qué le alegra?
Lo mismo que respondería cualquier otro ser humano. Claro que me pone triste el mundo, claro. ¿Qué me pone alegre? La posibilidad del amor siempre me pone alegre y contento. Creo que los seres humanos no somos mucho más que distintas metáforas de lo mismo. Todos somos más o menos semejantes en nuestra necesidad de amor, de que nos comprendan, en nuestro temor frente a la muerte. Por eso la violencia es tan horrible si somos tan parecidos.
¿El amor siempre está en el otro y en lo otro?
El amor es también la última resistencia frente a la muerte, frente a la inminencia de que nos vamos a morir. Yo creo en esas cosas: amar es como fumarse un millón de cigarrillos de marihuana al instante. Media volada.
Se le consideran el mayor poeta vivo de Chile. ¿Cómo se ve usted? ¿Quién es Raúl Zurita?
Es un tipo el tal Zurita; me decía «Zura» en el colegio: el «Zura». No sé mucho. Un montón de átomos que se juntaron. Eso dijo el poeta Pablo de Rokha frente al cadáver de su hijo que se había suicidado, Carlos de Rokha: «Adiós, Carlos de Rokha, hasta la hora en que no nos volvamos a encontrar jamás, en todos los siglos de los siglos, aunque sean vecinos de vestigios, los átomos desesperados que nos hicieron hombres».
Es usted un átomo desesperado…
Un átomo desesperado.
Una deuda pendiente
México le quedó a deber un poema en el firmamento a Zurita.
Se trata del proyecto Ejercicios en el cielo, que la UNAM anunció en 2021 y luego canceló, lo cual el poeta aún lamenta.
Se trataba de escribir sus poemas en las alturas de la noche con la luz de 50 drones, en el marco del programa de la Fiesta del Libro y la Rosa de aquel año. (REFORMA, 22/04/2021).
«Se me fue el alma que no se hiciera: me imaginé el cielo negro sobre Ciudad de México, la ciudad casi más poblada del mundo y unos poemas en el cielo como un réquiem. Me partió el alma que no se hiciera, casi lo siento como una deuda personal, porque no sé hará nunca más».
Zurita trabaja ahora en Chile un poema nocturno que se leerá en el mar. Se llama, de manera preliminar, El último proyecto, y consiste en 22 frases que, a partir de la palabra «verás», recobrarán lo que un ser humano ve en su paso sobre la tierra.
Actividades en México
Zurita tendrá diversas actividades en la Ciudad de México.
Martes 14, 12:00 horas
En la Casa Marie José y Octavio Paz (Felipe Carrillo Puerto 445, Tacuba), se presentará la antología poética más reciente de Zurita, Tres veces tu sombra (El Arco & La Flecha Editores, 2023), con la selección de Eliza T. Munizza y Carmen Rojas Larrazábal.
Martes 14, 13:30 horas
Posteriormente, en la misma sede, tendrá lugar una lectura en la que acompañarán al poeta Mario Bojórquez (México), Leymen Pérez (Cuba), Alí Calderón (México), Javier Alvarado (Panamá), Roberto Amézquita (México) y Carmen Rojas Larrazábal (Venezuela). Habrá música a cargo de Jean Carlos Coronado (cello) y Luis Adolfo González (violín).
Miércoles 15, 18:00 horas
En la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, el poeta presentará los libros ganadores ex aequo del Premio Internacional de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz 2022, coeditados por Círculo de Poesía y El Arco & La Flecha Editores en 2023: Un trueno sobre el Barú, de Javier Alvarado (Panamá), y Los países de la noche, de Leymen Pérez (Cuba).