Paula Ruiz
Agencia Reforma
Monterrey, NL 7 octubre 2024.- Era un niño cuando su padre, el actor Guillermo Murray, le presentó al gran Leonardo Da Vinci.
El pequeño Rodrigo quedó maravillado por la cantidad de talentos inventivos y creativos del florentino que se desarrolló como pintor, arquitecto, anatomista, paleontólogo, botánico, pintor, escritor, filósofo, ingeniero, músico y poeta.
Fue así como hace 15 años, el actor amante del teatro comenzó a escribir el monólogo Leonardo, donde aborda, a través de una comedia histórica, tres grandes momentos de la vida de Da Vinci.
«Esta obra está escrita en tono humano, con mucho sentido del humor. La gente se va a reír, se va a sorprender, asombrar, imaginar. La gente va a tener momentos en donde se le va a estrujar el corazón y al final se irán a casa con una sonrisa de oreja a oreja», aseguró Murray sobre la única función que ofrecerá el jueves 10 de octubre a las 20:00 horas en el Auditorio San Pedro.
«Leonardo lo fue todo. Su curiosidad y talento innato para la pintura y el diseño lo llevan a investigar prácticamente todo.
Para mí, Leonardo es el más grande genio que ha dado la humanidad.
A mí me lo presentó mi padre cuando yo tenía unos 10 u 11 años. Desde entonces me fascinó».
El Leonardo que le presentó su padre fue el ser humano, el amigo, no el genio al que hay que respetar, no se le puede tocar, muchos menos molestar.
Hacer posible este trabajo unipersonal, el cual se apoya con un cubo de 2 por 2 metros del escultor Sebastián, le tomó a Murray una larga investigación de 15 años sobre la vida del autor de las célebres pinturas «La Última Cena» y «La Mona Lisa».
«Tenía muchas ganas de hacer algo que pudiera poner en el teatro todas las cosas que a mí me habían gustado del teatro cuando yo soy espectador.
Me gusta el teatro dentro del teatro. Esta es una obra, un monólogo de un diálogo entre Rodrigo, un actor que está tratando de hacer un monólogo sobre Leonardo Da Vinci, y el propio Leonardo».
«Aquí cuento tres momentos de la vida de Leonardo donde fracasa y donde nos identificamos nosotros los míseros mortales con los fracasos, pero antes de ser un genio, era un ser humano preocupado por su entorno».
Da Vinci tenía una frase que a Murray le gusta mucho y la hizo suya también: «El éxito es una cadena de eslabones fracasados».
«Por supuesto que hay que equivocarse, porque a través del fracaso yo entiendo y descubro también la faceta de la creación teatral que tuvo Leonardo en la investigación. Me topé con diseños escenográficos, de vestuario y de máscaras. Entonces con más razón insisto en escribir este texto», explicó el actor.