Oslo, Noruega 11 octubre de 2024.- El Comité Noruego del Nobel ha decidido otorgar el Premio Nobel de la Paz 2024 a la organización japonesa Nihon Hidankyo. Este movimiento de base de supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, también conocido como Hibakusha, recibe el Premio de la Paz por sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y por demostrar con sus testimonios que las armas nucleares no deben volver a emplearse nunca más.
En respuesta a los ataques con bombas atómicas de agosto de 1945, surgió un movimiento mundial cuyos miembros han trabajado incansablemente para crear conciencia sobre las catastróficas consecuencias humanitarias del uso de armas nucleares. Poco a poco, se desarrolló una poderosa norma internacional que estigmatiza el uso de armas nucleares como moralmente inaceptable. Esta norma se conoce como “el tabú nuclear”.
El testimonio de los Hibakusha, los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki, es único en este contexto más amplio.
Estos testigos históricos han contribuido a generar y consolidar una oposición generalizada a las armas nucleares en todo el mundo recurriendo a historias personales, creando campañas educativas basadas en su propia experiencia y emitiendo advertencias urgentes contra la difusión y el uso de las armas nucleares. Los hibakusha nos ayudan a describir lo indescriptible, a pensar lo impensable y a comprender de algún modo el dolor y el sufrimiento incomprensibles que causan las armas nucleares.
El Comité Noruego del Nobel desea, no obstante, reconocer un hecho alentador: en casi 80 años no se ha utilizado ningún arma nuclear en una guerra. Los extraordinarios esfuerzos de Nihon Hidankyo y otros representantes de los Hibakusha han contribuido en gran medida a la instauración del tabú nuclear. Por ello, resulta alarmante que hoy en día este tabú contra el uso de armas nucleares se encuentre bajo presión.
Las potencias nucleares están modernizando y mejorando sus arsenales; nuevos países parecen estar preparándose para adquirir armas nucleares y se están lanzando amenazas de utilizarlas en guerras en curso. En este momento de la historia de la humanidad, vale la pena recordar qué son las armas nucleares: las armas más destructivas que el mundo haya visto jamás.
El año próximo se cumplirán 80 años desde que dos bombas atómicas estadounidenses mataron a unos 120.000 habitantes de Hiroshima y Nagasaki. Una cantidad comparable murió por quemaduras y lesiones por radiación en los meses y años siguientes. Las armas nucleares actuales tienen un poder destructivo mucho mayor. Pueden matar a millones de personas y tendrían un impacto catastrófico en el clima. Una guerra nuclear podría destruir nuestra civilización.
Durante mucho tiempo se ocultó y descuidó el destino de quienes sobrevivieron a los infiernos de Hiroshima y Nagasaki. En 1956, las asociaciones locales de hibakusha, junto con las víctimas de las pruebas de armas nucleares en el Pacífico, formaron la Confederación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas A y H. Este nombre se acortó en japonés a Nihon Hidankyo. Se convertiría en la organización hibakusha más grande e influyente de Japón.
La idea central de Alfred Nobel era la convicción de que las personas comprometidas pueden marcar la diferencia. Al otorgar el Premio Nobel de la Paz de este año a Nihon Hidankyo, el Comité Noruego del Nobel desea honrar a todos los sobrevivientes que, a pesar del sufrimiento físico y los recuerdos dolorosos, han optado por utilizar su costosa experiencia para cultivar la esperanza y el compromiso en favor de la paz.
Nihon Hidankyo ha proporcionado miles de testimonios, emitido resoluciones y llamamientos públicos y enviado delegaciones anuales a las Naciones Unidas y a diversas conferencias de paz para recordar al mundo la urgente necesidad del desarme nuclear.
Un día, los Hibakusha ya no estarán entre nosotros como testigos de la historia. Pero con una fuerte cultura del recuerdo y un compromiso constante, las nuevas generaciones en Japón están transmitiendo la experiencia y el mensaje de los testigos. Están inspirando y educando a personas de todo el mundo. De esta manera, están ayudando a mantener el tabú nuclear, una condición previa para un futuro pacífico para la humanidad.
La decisión de otorgar el Premio Nobel de la Paz 2024 a Nihon Hidankyo está firmemente arraigada en el testamento de Alfred Nobel. El premio de este año se suma a una distinguida lista de Premios de la Paz que el Comité ha otorgado anteriormente a defensores del desarme nuclear y el control de armamentos.
El Premio Nobel de la Paz de 2024 cumple el deseo de Alfred Nobel de reconocer los esfuerzos del mayor beneficio para la humanidad.