- México está orgulloso de contar con una agrupación de esta altura, dijo la directora general del Inbal, Lucina Jiménez, al entregar una placa conmemorativa
- El concierto se repetirá el domingo 10 de septiembre a las 12:15 horas.
Con un Concierto de Gala y la entrega de una placa alusiva, entre y ovaciones del público, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) celebraron –el viernes por la noche– el 95 aniversario de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
El concierto memorable e histórico para quienes integran la OSN, entregaron su talento y emoción en cada obra interpretada en este programa especial que se distinguió con el estreno de Zaztun, de la compositora mexicana Hilda Paredes.
La principal agrupación musical de México en todo momento fue ovacionada al término de cada obra, por la magistral dirección artística del maestro Ludwig Carrasco y por el virtuosismo del solista invitado, el violinista ucraniano Roman Simovic.
‘Para la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura “es un honor atestiguar la conmemoración del 95 aniversario de la Orquesta Sinfónica Nacional de México”, expresó la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López.
En un breve, pero emotivo acto de reconocimiento, acompañada por el subdirector general de Bellas Artes, Héctor Romero Lecanda y el director de la agrupación musical, la titular del Inbal agradeció el compromiso, la energía y el renovado espíritu con que la OSN llega a su 95 aniversario: “Quienes integran esta agrupación han dejado en ella su talento, su corazón, su vida, su alegría y, sobre todo, la excelencia con la que están comprometidos con la música universal y mexicana”.
Consideró que es importante destacar el impulso que en su momento tuvo Carlos Chávez para crear una orquesta, al expresar la importancia de “reconocerlo, porque lo hizo en un tiempo de suma complejidad, de un México todavía convulso, cuando se podía pensar que la música no era importante… y todo lo contrario: los tiempos difíciles son aquellos en los que la música y todas las artes son fundamentales para encauzar a la humanidad. Eso es una realidad”.
Asimismo, recordó a las mujeres y hombres que con su talento enriquecen a la OSN y que hoy cuenta con un nuevo nivel de comprometida excelencia, señalando:
“Queremos celebrar en este 95 aniversario a todas las personas que han dado vida a esta orquesta, presentes o ausentes, y que han contribuido a que esta orquesta se convierta en el referente fundamental de la música mexicana a nivel nacional, pero también una agrupación de excelencia que resuena con la música universal y contemporánea en toda su dimensión”
Además, agregó, “la OSN ha puesto en relieve la presencia de compositoras y compositores que probablemente habían quedado en la sombra nacional, porque muchos de ellos habían estado brillando internacionalmente, y esta es una manera de que nuestra orquesta honre el talento que tiene México y que lo coloca como uno de los escenarios fundamentales de la música en el mundo”.
Destacó que “este compromiso de la OSN también resuena en el resto de agrupaciones del país y las escuelas de música mexicanas, y lo tiene además, con la diversidad musical nacional e internacional, pensando en que la excelencia alcanzada está en su búsqueda y su constancia”.
La titular del Instituto expresó: “Nos sentimos profundamente orgullosas y orgullosos de contar con una agrupación de esta altura. La generosidad, el compromiso, el humanismo de la OSN para con la música y para con quienes la integran. Eso es algo que no se debe olvidar nunca, eso hace una orquesta comprometida con su tiempo”, y pidió al público un aplauso que, de manera festiva, se puso de pie que prolongó así su reconocimiento por varios minutos.
Luego se procedió a la entrega de una placa al maestro Ludwig Carrasco, quien dio lectura al reconocimiento: “La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura dedican esta placa conmemorativa a quienes integran la OSN para celebrar el 95 aniversario de su fundación: 1928-2023” y exclamó: “Felicidades. Vamos por más”.
Durante el concierto, el público disfrutó el repertorio, el cual comenzó con el preludio de la ópera Los maestros cantores de Núremberg, de Richard Wagner (1813-1883) –en el 210 aniversario de su nacimiento y su 140 aniversario luctuoso.
Luego se ejecutó el Concierto para violín núm. 1, Op. 77 (99), en La menor, de Shostakovich (1906-1975), una obra que permitió escuchar la virtuosa interpretación del violinista invitado, Roman Simovic, quien fue reconocido por el público con una larga ovación que lo hizo volver al escenario en dos ocasiones y ofrecer un encore. El virtuoso es director titular de la Orquesta Sinfónica de Londres desde 2010 y toca un violín Antonio Stradivarius de 1709.
El momento estelar fue el estreno mundial de la versión de 2022 de la obra Zaztun, de la compositora mexicana Hilda Paredes (1957), quien hace aquí un homenaje musical a las leyendas e historias de la cultura maya y, presente en el escenario, agradeció los aplausos del público. Y luego, un prodigio de composición, El mar, de Claude Debussy (1862-1918), quien de esta manera fue recordado por la OSN en el 105 aniversario de su fallecimiento.
En el máximo recinto cultural, la OSN regaló al público que se unió a la celebración de su 95 aniversario la interpretación de la obra mexicana por excelencia: el Huapango, de José Pablo Moncayo, referente mundial de México en el escenario musical internacional.