Por Edgar Hernández*
Luego de su visita al municipio de Azueta donde la zacatecana Rocío Nahle, asegura que “tuvo la oportunidad de saludar” al teniente de Artillería José Azueta, prócer que murió en 1914, ya se previno para esperar a don Fernando Gutiérrez Barrios en Alto lucero, no así al químico Ángel R. Cabada, muerto en 1921, quien se disculpó por tener catarro.
Tampoco lo va a poder esperar el “Guerrillero del Sur”, Emiliano Zapata, ya sabe usted eso de las luchas independentistas como quitan tiempo.
Sin embargo, fuentes cercanas a la Cleopatra veracruzana, aseguran que tiene agendados saludos de paso a don Benito Juárez a petición expresa de López Obrador, así como al héroe Felipe Carrillo Puerto, solicitud hecha desde Yucatán en favor de este personaje asesinado en 1924.
Tampoco podrá ver a Fidel Herrera en el municipio de Cazones de Herrera porque el “Tío” está enfermo.
Eso sí, la señora Nahle no va a perder bajo ninguna circunstancia el espectáculo de observar si es cierto que en Cerro Azul los cerros son azules o degustar el Cazón y los camarones en “Cazones de Herrera”, en honor del general Vicente Herrera donde ahí sí, hay muchos tiburones, como ella y su clan, para que no se anden riendo de ella.
Desde luego que para mostrar cuanto sabe de nuestras tradiciones, historia y leyendas no dejará de ir a visitar Gutiérrez Zamora donde goza de cabal salud don Manuel Gutiérrez Zamora, héroe defensor del puerto de Veracruz ante los invasores en 1847.
Lo mismo hará en Huiloapan de Cuauhtémoc donde seguramente se encontrará a los parientes de Cuitláhuac García.
Y es que ella se las sabe de todas todas.
Que si le preguntan si es de agua dulce o salada la laguna de Catemaco, ella jura por esta que está bien salada no solo porque ya la probó sino porque está en el litoral… ¡Arrroz!
Que si la quieren acorralar cuestionado su oriundez de si es o no veracruzana, pa’´pronto sacará de su bolso de Louis Vuitton la Constitución -corregida y aumentada- para decir “¡Siii!.. Soy veracruzana de corazón”.
Que si el marido don José Luis Peña Peña es defeño o tabasqueño, de inmediato responderá que nació en la comunidad de Joachin, municipio de Tierra Blanca… y que tiene el acta de nacimiento que así lo comprueba.
Y es que Nahle está convencida de que los veracruzanos o no tenemos memoria o somos pendejos cuando en realidad la de los yerros es ella. La de la campaña de risa es ella. La que confunde la historia y orografía veracruzana es ella. La de la ostentación es ella. La de las 10 Suburban es ella y la que se ha gastado 200 millones en lo que va de la precampaña es ella.
Pero ¿para qué apurarnos?
Mejor vamos a divertirnos siguiendo su campaña de carpa en donde ahora que llegue a Fortín de las Flores pregunte a cómo la docena de claveles que tanto le gustan.
O cuando arribe a Jesús Carranza y pregunte si así bautizaron a este pueblo indígena por aquello de “carrancear” el dinero del gobierno.
No se sabe, pero de lo que estamos ciertos es que si siguen sus ocurrencias terminará por revivir a Lerdo de Tejada y Manlio Fabio Altamirano, asegurando que hasta jugó dominó con ellos.
Eso sí, habrá necesidad de orientarla para que no piense que Mecatlán es la tierra del mecate ni Molocán, tierra del mole y ponerle de tarea que escriba diez planas con los 212 municipios y no 200 0 202 -más o menos- que asegura tiene Veracruz.
Evitemos asimismo que viaje a Paris cuando quiera ir a San Rafael y digámosle en corto que hay una colonia con migrantes franceses, igualitos a ella, en San Rafael, Veracruz.
Vamos a echarle una manita, de todas maneras no va a ganar y mucho menos ser gobernadora.
Que al menos se lleve un buen recuerdo de los jarochos que no perdonan.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo