Héctor Larios Proa
En medio del League Cup donde quedan solo dos equipos mexicanos en los cuartos de final, el Mundial femenil donde el tricolor no clasificó, y después de ganar la copa de Oro, el pasado 25 de julio la Federación Mexicana de Futbol, presentó su proyecto para una nueva estructura del organismo. Al parecer Juan Carlos Rodríguez, nuevo mandamás está decidido a dar un giro que revolucione el balompié nacional.
Por sí usted, estimado lector, no lo conoce, le comento. El proyecto está sustentado en 12 puntos, con el objetivo de ubicar a las selecciones nacionales entre las 10 mejores del mundo en sus categorías. Para lo cual es necesaria una nueva plataforma organizativa y metodológica, sí se quiere competir con los mejores del mundo y ser protagonistas en los torneos internacionales.
Para lograrlo, distingue cuatro áreas de oportunidad que son Ciencia del deporte y tecnología, 2 centros de Desarrollo en EUA, en colaboración con entidades de Estados Unidos. Además, de los clubes de la Liga MX, para un trabajo conjunto.
Se sumarán un grupo de expertos, su tarea es asesorar, acompañar y evaluar el proceso a los directivos, previos a la toma de decisiones. Estarán los mejores del mundo en cada área, sentenció Juan Carlos Rodríguez. Dejando clara su visión entre el conocimiento y experiencia como puntos clave para profesionalizar el futbol azteca.
Externó su deseo de gestionar acuerdos con organizaciones deportivas para intercambiar experiencia, intercambios de jugadores mexicanos para participar en ligas europeas. Así como impulsar a los entrenadores egresados de la FMF, para adquirir la Licencia EUFA Pro, que coadyuven en la formación de los niñ@s y jóvenes.
A grandes rasgos estos son los puntos, sin olvidar al arbitraje, el futbol femenil, ligas de ascenso, el desarrollo del futbol y otros aspectos no menos importantes. Todo está muy bien. Hay una idea y metas claras. Pero, muchas veces el problema no son las respuestas, sino las interrogantes del planteamiento.
El caso del futbol mexicano, es muy simple. Hay pocos jugadores de alta competencia, porque no existe una estructura en el futbol amateur. Hay talento en cada estado de la república, lo que hace falta son entrenadores capacitados, en el futbol infantil y juvenil, que posean métodos de entrenamiento que les permitan formar deportistas para el alto rendimiento. Porque cuando llegan a clubes profesionales vemos sus carencias técnicas, que nos ponen en desventaja frente a otros países. Vea usted las diferencias entre la Liga MX, la de Expansión, por ejemplo. Sin omitir el desarrollo humano de los deportistas para que no sea únicamente promesas que se queden en el camino.
De alguna forma, el proyecto presentado reconoce, que en otros países están mejor preparados que el futbol mexicano. Por ello piensan enviarlos a capacitar a otros lares, crear centros en EUA. Estamos abiertos a la globalización. Pero, omiten las fortalezas del futbol mexicano, tal vez son pocas, pero muy valiosas. ¿En cuántos torneos, campeonatos nacionales e internacionales se ha participado? Muchos, verdad, y ¿cuáles han sido los aprendizajes? No hay memoria, es hora de hacer un balance y aglutinar los saberes aprendidos y los sinsabores para no cometer los mismos yerros.
¿Estamos en pañales?, ¿no hay entrenadores mexicanos capaces de impulsar el desarrollo del futbol mexicano? Claro que si los hay. Pero, están callados, olvidados, o no son manejados por promotores de moda. Por eso no están. Y por la mala paga en el futbol base.
Por otra, parte, las asociaciones no se han ocupado de fortalecer la capacitación de entrenadores y personal técnico-administrativo, lo que ha provocado un estancamiento en las edades de oro del aprendizaje ya que sus instructores son aficionados en el arte del entrenamiento. Convierten a las “escuelas” de futbol en guarderías deportivas.
El verdadero semillero está en el futbol amateur, es ahí donde se deben enfocar los mayores esfuerzos para un proyecto de mediano y largo plazo. Por ello, ya no se deben confiar a personas entusiastas pero que carecen de conocimientos profundos necesarios para ir formando a los jugadores, las estrellas del futuro.
La capacitación real, oportuna en zonas del país es una de las claves para el desarrollo, sin maestros, no hay alumnos. Es en los primeros años donde se generan los buenos hábitos técnicos y de comportamiento de deportistas, sí no se hace se fortalecen los vicios técnicos que posteriormente es difícil erradicar.
Otro de los puntos nodales, son las competencias. Las miles de ligas llaneras están orientadas al lucro, la competencia no les aporta, ellos cobran por la cancha, arbitraje y más, al tener acaparadas los pocas campos en las grandes ciudades, y en los pueblos donde hay espacios se carecen de entrenadores y programas de desarrollo.
Pasan años, lustros y décadas y nada invierten para mejorar. Los torneos nacionales, están atrapados en redes gubernamentales que, por falta de conocimiento, no saben gestionar a representativos de calidad, siguen asistiendo los campeones de regiones dejando fuera a talentos, que no son de sus clubes.
La federación deberá enfocarse en primera instancia al futbol infantil y juvenil y no estar buscando tres pies al gato, parece que están empeñados en la punta del iceberg cuando se debe de iniciar en las bases, para que los clubes y selectivos de estadios superiores cuenten con un universo de prospectos preparados y con talento para surtir a sus fuerzas básicas e iniciar el proceso de especialización deportiva.
El proyecto de estructuración de la Femexfut, es un buen inicio, esperamos que Juan Carlos Rodríguez, tenga la fuerza y asesoría correcta para instrumentar y armonizar planes de trabajo y acciones desde la cancha y en la teoría, para una formación integral, para que los futuros futbolistas se conduzcan con profesionalismo dentro y fuera de la cancha, y así sentar las bases para un proyecto de largo aliento, del Plan Unidos por México.