Vicente Flores Hernández
Agencia Reforma
Ciudad de México 12 julio 2024.- Aun con las labores de limpieza, las inspecciones de explosividad y la clausura de una vivienda con reporte de ordeña, el olor a combustible persiste en las colonias aledañas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Ayer, personal de Pemex y de Bomberos de Nezahualcóyotl realizó trabajos de limpieza en la Colonia Ciudad Lago, en los límites de la Alcaldía Gustavo A. Madero y el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
«Han venido a limpiar muchas veces, vienen los camiones de desazolve. Se han hecho protestas y lo último que nos prometieron fue que van a reconstruir el gasoducto, pero sigue oliendo, en unas alcantarillas más que en otras», reclamó la vecina Fabiola Garzón.
El personal revisa diariamente tramos del drenaje, miden la explosividad y aplican jabón en los ductos.
El miércoles, vecinos bloquearon el paso del tren que recorre la zona, ante el temor de que un chispazo provocara algún incendio o explosión de una sustancia aceitosa que brotó de una alcantarilla.
«Después de que paramos el tren, para evitar un chispazo que causara otro incendio en la Vía Tapo, vinieron de la Fiscalía del Estado de México. Tomaron muchas muestras del drenaje, sólo ellos saben qué encontraron, no nos informan nada», reclamó la residente Isabel Sierra.
El coordinador general de Protección Civil del Estado de México, Adrián Hernández, reconoció ayer que continúa el olor de un compuesto que se desconoce con certeza qué es.
«Limpiamos todas las calles de Ciudad Lago que nos dijeron, sólo en esta calle de Cuatro Millones todavía tiene olores.
Van a venir nuestros equipos y las unidades de Pemex», dijo.
Elementos de la Guardia Nacional, policías del Estado de México y cuadrillas de trabajadores de la Ciudad acuden a la zona todos los días, ante las quejas de los vecinos.
Preocupa a vecinos que olor no ceda
Al interior de las casas de la Colonia Ciudad Lago, el olor a combustible se desprende de las coladeras y, aseguran, también al abrir las llaves del agua.
«Hace muchos años, por aquí pasaban los postes con señalamientos de un gasoducto, los mismos huachicoleros los habrán quitado, el olor sale de las coladeras de la calle y de adentro de la casa, dicen que no hay ducto aquí, pero sí hay», expuso la vecina Margarita Olivera.
Habita en una casa situada a unos 100 metros de las viviendas que, junto a las vías del tren, se incendiaron el lunes 1 de julio. Los habitantes afectados lo atribuyeron a hidrocarburos que brotaron del drenaje.
«Unos días antes, el viernes 28 de junio, hubo otro incendio en la puerta 5 del Aeropuerto, aquí sobre la Vía Tapo, junto a las vías, se lo atribuyeron a la volcadura de una pipa, pero fue en el piso y ahí sólo pudo ser combustible. Van dos incendios, no uno», comentó Olivera.
La vecina Araceli Rosal explicó que durante años han vivido con el ruido de los aviones que despegan sobre sus casas y del tren que circula diario por las vías ubicadas a unos metros.
«Antes nomás era el ruido. Desde que apareció esto del huachicol, vivimos en zozobra, sale uno a trabajar y no se sabe si al regresar la casa se incendió», mencionó Rosal.
El mismo día del primer incendio, el viernes 28 de junio, las vecinas reportaron que al abrir las llaves del agua potable dentro de la casa, surgió un olor a combustible.
«Ahora no ha olido, por la razón que no está llegando agua por la llave; tenemos agua porque nos vino a llenar el tinaco una pipa, cuando llegue agua por la llave sabremos si viene con olor», expuso Rosal.
Los colonos solicitaron nuevamente abrir la tapa de la red de agua potable, que pasa bajo la calle 4 Millones, en esquina con Vía Tapo, para que los equipos hidroneumáticos volvieran a limpiar.
De acuerdo con el Ayuntamiento, durante el operativo para remover el olor a combustible, se lavaron 10 coladeras pluviales y 15 centrales, así como 950 metros lineales por 15 de ancho de tuberías y 14 mil 250 metros cuadrados de superficie.
Mantas con la petición de cambio de ductos fueron desplegadas en colonias contiguas de la Ciudad de México, CTM Aragón, Cuchilla del Tesoro, Narciso Bassols y Ciudad Lago.
«Dicen que ya anunciaron que van a cambiar los ductos, pero sólo estamos esperando la próxima lluvia, para ver si nos vuelve a mandar combustibles», estimó la vecina Yuriria Manzano.