LA HISTORIA DETRÁS DEL CORRIDO: GONZÁLEZ CALDERONI

Juan Manuel Frausto Aguayo                       

Agencia Reforma

Guadalajara, Jalisco 18 diciembre 2023.- «Hombre culto y ambicioso/ poli multimillonario / manejaba bien los hilos del Gobierno y de los narcos/ a unos les cuidó cárteles/ y a otros les dio pa’ bajo…»

 

 Así dice una estrofa del corrido «El Discípulo del Diablo», que habla de la vida y carrera del comandante de la desaparecida Policía Judicial Federal, Guillermo González Calderoni.

 

 Y es que Calderoni combatió al narco y hasta logró capturar a varios capos en los años 80 y 90, pero de buenas a primera se cambió de bando y hasta se convirtió en un experto líder criminal.

 

 La vida y carrera de González Calderoni, asesinado en Estados Unidos en el 2003, quedó escrita en el corrido «El Discípulo del Diablo».

 

 Fue compuesto por Paulino Vargas y la grabaron Los Tigres del Norte, en su disco «Herencia Musical -20 Corridos Prohibidos-«, en el 2007.

 

 En el corrido, Paulino Vargas relata la verdadera historia de González Calderoni, quien fue comisionado para la lucha contra el narcotráfico durante varios sexenios y hasta el Gobierno de Estados Unidos lo llegó a considerar como «El Eliot Ness Mexicano».

 

 El comandante González Calderoni, al mismo tiempo que combatía a bandas del narcotráfico, tejía sus redes con algunos otros grupos y llegó a participar en esa jugosa industria de la delincuencia organizada.

 

 En los últimos dos años la figura de Guillermo González Calderoni empezó a ser conocida por las nuevas generaciones gracias a la serie Narcos México de Netflix, en donde el actor Julio Cedillo, interpreta al Comandante Calderoni.

 

 Hay pocos corridos que reflejen fielmente al personaje y sin cambiarle los nombres.

 

 «El cerebro, no se compra/ nadie ha podido comprarlo/ para controlar el narco/ Guillermo es el indicado/ recalcó el Fiscal de Hierro / a Carpizo y a los guachos».

 

 Así comienza esta pieza musical, y efectivamente, Calderoni, de ser un simple agente de la Policía Judicial Federal ascendió hasta al grado de ser el principal combatiente de narcotraficantes.

 

 Nacido en la Ciudad de Reynosa, Tamaulipas, era un joven acomodado, de buena familia, entró a la Policía Judicial Federal a inicios de los años 80 y rápidamente escaló posiciones hasta hacerse comandante en Monterrey, Ciudad Juárez, Tuxtla Gutiérrez, luego subdelegado de la PGR en Jalisco y Quintana Roo.

 

 En Nuevo León, Calderoni fue ampliamente conocido por sus golpes y grandes decomisos de drogas.

 

 Así como la misma serie de Narcos México, en donde se ve que Calderoni en la primera temporada se afana por cumplir la ley y desea a toda costa detener al capo Miguel Ángel Félix Gallardo.

 

 Sin embargo, en la serie luego se convierte en el protector del mismo líder del Cártel de Guadalajara, así fue en la vida real y así lo recita el corrido.

 

 A Calderoni también se le atribuyeron las detenciones de otros importantes capos como Pablo Acosta «El Zorro de Ojinaga».

 

 Sobre la carrera de Calderoni existieron graves acusaciones de que él fabricaba narcotraficantes y luego los capturaban ganándose la reputación y que lo llevaron a ser nombrado subdirector de toda la Policía Judicial Federal Mexicana, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

 

 Para 1994, ya para el final del sexenio de Salinas de Gortari, fue detenido por la Interpol México y se le confiscaron grandes propiedades.

 

 Calderoni se exilió en Estados Unidos pidiendo la protección del Gobierno americano como testigo protegido a cambio de revelar los nexos de funcionarios públicos con cárteles del narcotráfico.

 

 Por más de una década Calderoni la hizo del «Abogado del Diablo», ya que constantemente aparecía en medios de comunicación informando de complicidades y corrupciones en la lucha del narcotráfico en México.

 

 La suerte se le terminó cuando el 5 de febrero del 2003 fue asesinado, al ser atacado cuando abordaba su Mercedes Benz afuera de una plaza comercial en McAllen, Texas.

 

 Analistas y expertos en el narcotráfico detallaban que el homicidio de Calderoni fue una verdadera venganza y que mucha gente a la que traicionó en los años 90 quería verlo muerto.

 

 Muchos destacaron que Calderoni era un tipo duro, pero bajó la guardia y la mafia no se la perdonó.