Jesús Carvajal
Agencia Reforma
Monterrey, NL 22 julio 2024.- Al hablar del olimpismo mexicano, no hay deportista más grande que el histórico clavadista Joaquín Capilla.
Fue cuatro veces medallista en tres distintas ediciones de Juegos Olímpicos y fue el primer tricolor en ganar una presea en la disciplina de clavados, en la que el País es potencia.
Nacido en la Ciudad de México, Capilla competía principalmente en plataforma 10 metros y trampolín de 3, modalidades en las que se especializó.
Se inició en esta disciplina gracias a su padre, quien lo impulsaba a lanzarse clavados a cambio de regalarle un «tostón» (moneda de 50 centavos de la época).
Luego fue descubierto por Mario Tovar y representaba al Club Deportivo Chapultepec, comenzando su carrera a tomar altos niveles en 1944.
Cuatro años después ganó su primera medalla en la justa olímpica de Londres 1948, una de bronce. En Helsinki 1952 ganó una de plata; ya en Melbourne 1956 se agenció otra de bronce y por fin la de oro.
«En mi primera Olimpiada estaba muy nervioso, en la segunda intenté llegar más alto», explicó el medallista en una entrevista para Grupo REFORMA. «Y en Melbourne cumplí mi sueño, logré ser un campeón mundial y le gané a los atletas de Estados Unidos como Sammy Lee».
Además de ganar medallas en sus tres participaciones olímpicas, Capilla nunca bajó del cuarto lugar en las pruebas que no las obtuvo.
Capilla llegó a ser un deportista muy popular por sus logros y posteriormente tuvo episodios difíciles en su vida, como el alcoholismo.
En el 2009 ganó el Premio Nacional del Deporte de manera especial por su gran trayectoria deportiva y olímpica, pues también fue multimedallista en Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos.
El multimedallista mexicano murió el 8 de mayo del 2010 a los 81 años, pero dejó un legado imborrable y hasta el momento insuperable en el olimpismo del País.