INEVITABLE, LA TRANSICIÓN MUNDIAL A FUENTES RENOVABLES DE ENERGÍA

  • Debemos pensar en un proceso social y ambientalmente sostenible

Patricia López Suárez    

 “Es inevitable la transición energética mundial hacia fuentes renovables, pues la era de los combustibles fósiles encabezada por el petróleo va en declive. Se han explotado los yacimientos más accesibles y someros y los que quedan en el mundo son cada vez más profundos, pequeños, en zonas difíciles de explorar y más caros de extraer”, advirtió Luca Ferrari Pedraglio, investigador del Centro de Geociencias (CGeo) de la UNAM.

Llegamos al punto donde debemos pensar en un proceso social y ambientalmente sostenible, donde vivamos todos, pobres y ricos, dentro de los límites planetarios que son finitos, afirmó en la conferencia El futuro de la energía, la primera del ciclo Avances humanísticos y científicos mexicanos, organizado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).

Ferrari explicó que la humanidad vivió de los flujos renovables de energía durante miles de años, hasta que encontró los combustibles fósiles.

“Los seres humanos primitivos consumían en promedio 100 watts por habitante, cifra que aumentó a 300 watts en las culturas de cazadores-recolectores y subió a 500 en la civilización agrícola avanzada. Para la civilización industrial la cifra aumentó a 3,500 watts por habitante y después de la civilización tecnológica consumimos 12,000 watts per cápita”, alertó el geólogo y doctor en Ciencias de la Tierra.

En un evento híbrido realizado en el auditorio del Conahcyt y ante Alejandra Elodia Straffon Díaz, directora de Energías y Cambio Climático de esa institución, quien fungió como presentadora, Ferrari dijo que la gran aceleración en el consumo mundial de energía ha sido en los últimos 70 años.

“El crecimiento del consumo se acelera. Actualmente, no hay una sustitución sino una acumulación de fuentes energéticas”. Los combustibles fósiles siguen dominando la matriz energética con un 76 %, mientras que las fuentes renovables representan sólo el 20 % de la energía primaria total, comentó.

“La principal fuente renovable es la biomasa para uso no eléctrico (9 % del total), seguida por la hidroeléctrica (6.4 %), solar y eólica (4.5 %)”, informó.

Añadió que, principalmente en los últimos 70 años, ha existido un crecimiento exponencial de todo gracias a los combustibles fósiles. “La energía es un sistema complejo que tiene que ver con muy diversas actividades y en estas últimas décadas aumentó la población, el Producto Interno Bruto (PIB), los fertilizantes, la producción de alimentos, el uso del agua, las telecomunicaciones, el transporte, el turismo, y con estas actividades las emisiones contaminantes de dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno, entre otras sustancias, además de las pesquerías, la acuacultura, la deforestación y los territorios agrícolas.”

El científico consideró que nuestro principal problema ecológico es el rebasamiento de los límites del planeta, del cual el calentamiento global es sólo un síntoma.

Aseguró que la sostenibilidad no se puede reducir a medir gramos de dióxido de carbono y proponer soluciones tecnológicas, sino a cambiar hábitos de consumo y reducir el gasto energético.

Asimismo, Ferrari destacó que el crecimiento económico no nos ha llevado a una mayor justicia. “Entre 1990 y 2015 los países del norte global han continuado extrayendo recursos materiales, energéticos y económicos del sur global. Sólo en 2015 esto sumó 10.8 billones de dólares (trillones de Estados Unidos), suficientes para acabar con la pobreza extrema 70 veces, o equivalente a una cuarta parte del PIB del norte”, señaló.

Explicó que globalmente el 1 % de la población posee el 38 % de la riqueza, mientras el 50 % de los habitantes tienen sólo el 2 %.

“En México el 10 % de la población posee el 65 % de la riqueza, mientras el 50 % de ésta tiene el 5 %”, agregó.

Ferrari indicó que la economía es un subsistema que depende de la energía y las materias primas, el cual produce desechos. “El crecimiento infinito es físicamente imposible y ambientalmente dañino, pero es intrínseco al sistema económico dominante basado en el extractivismo y que no ha proporcionado un desarrollo justo”.

El investigador del Centro de Geociencias consideró que en el ámbito mundial, y claramente en México, los hidrocarburos enfrentan un proceso irreversible de rendimientos decrecientes y un creciente impacto ambiental.

“La dependencia energética (pero también alimentaria y económica) de México con Estados Unidos es un factor de riesgo creciente a medida que el vecino país enfrenta un declive en su hegemonía militar, financiera y económica”, subrayó.

Consideró que la transición energética hacia fuentes renovables es inevitable, pero las renovables ecológicamente sostenibles no pueden mantener el nivel de consumo del sistema actual, que además es injusto y no ha proporcionado una mejora sustancial de la calidad de vida de la mayoría.

“Para que la transición sea justa y sustentable, debe acompañarse de cambios radicales en el estilo de vida de una parte de la población y en la economía global basada en el intercambio desigual”, finalizó.

 

FUENTE: UNAM