Claudia Guerrero
Agencia Reforma
Ciudad de México 5 febrero 2024.- Amagado por Morena con un juicio político, el Ministro Alberto Pérez Dayán defendió la labor del Poder Judicial y la distinguió del actuar de los políticos.
Representante del Poder Judicial en la Conmemoración de la Constitución, el Ministro exigió alejar la política y a las militancias de la integración y decisiones de los tribunales.
«El Magistrado tiene que obrar en función precisa, obrar quizá contra la opinión de los electores. La esencia de la magistratura es muy distinta de la función social que ejerce el representante político.
«Hay que alejar al Poder Judicial de la política y no arrojarla al fondo de ella, para que no resulte en un juego de las pasiones», dijo, citando al diputado constituyente de 1917, Paulino Machorro y Narváez. «Agrego yo: militancia y judicatura no son afines, estas palabras se repiten hoy en este recinto 107 años después».
Desde el Teatro de la República y frente a la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, el juzgador advirtió que nada ni nadie puede estar por encima de la Carta Magna.
Sostuvo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación está facultada para protegerla e invalidar cualquier violación de sus preceptos, sin importar el poder de donde provenga el agravio.
«Por encima de la Constitución no hay poder alguno, nada ni nadie. No permitamos que esto se olvide o se confunda», sentenció.
«La Constitución da a la Suprema Corte las facultades suficientes para invalidar cualquier acto que no la respete, independientemente de la fuente de la que provenga, electa o no electa, sin distinción alguna».
El Ministro acudió a la ceremonia oficial en representación de la presidenta de la Corte, Norma Piña. Y lo hizo tras haber sepultado, con su voto de calidad, la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica impulsada desde Palacio Nacional.
En su mensaje, Pérez Dayán dejó en claro que, al día de hoy, ninguno de los poderes es más democrático que otro.
«Los tres poderes de la unión y sus integrantes, cualquiera que sea su origen, son democráticos al surgir, precisamente por el propio estamento constitucional. Aquí ninguno es más democrático que otro», manifestó.
En su turno, la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, se pronunció por llevar a la Constitución el «humanismo mexicano» que promulga el Presidente López Obrador, para blindar los derechos de los más vulnerables ante el riesgo de un retroceso.
«El humanismo mexicano es el derecho a ser feliz; a la inclusión desde abajo y para todos, y estará en la Constitución para blindarlo de toda amenaza de retroceder. Y estará en la Constitución para dejar en claro al mundo que, en México, el Estado es el garante de la protección de los derechos sociales», exclamó la funcionaria.