UNO MENOS
Salvador Farfán Infante
Antes de presentar el material mediante conferencia, exposición o lectura, diseñe actividades para que los estudiantes descubran la apreciación, los principios y las técnicas por ellos mismos.
¿De qué forma?, por ejemplo: Establezca con anticipación una discusión acerca del tema a tratar.
De esa manera entiende mejor cualquier cosa que descubren por sí mismos. Aprenden no sólo que es así, sino el por qué es así y adquieren práctica en descifrar cosas y resolver problemas solos, en vez de tener que recibir instrucciones de qué hacer y cómo.
Con sus hijos, por ejemplo, cuando salen de día de campo, aproveche para favorecer tanto el pensamiento creativo como el crítico; pida que durante el trayecto al lugar, hagan una descripción de lo que creen que encontrarán o que sucederá durante el día.
Hable acerca de la importancia de conducir a la velocidad permitida y de no consumir alcohol al manejar; muéstrele a su familia las posibilidades de divertirse con precaución y armonía.
Al llegar al lugar, guíelos en la identificación o el descubrimiento de plantas, frutos o animales. Si es posible, lleve una enciclopedia que los pueda sacar de dudas o dígales que anoten todo aquello que deseen conocer más.
La mayoría de las técnicas propuestas fomentan habilidades para escuchar activamente, logran que más individuos participen en las discusiones realizadas en clase y/o en la familia y aprendan a resumir los puntos de vista de los demás.
Cuando los adolescentes expresan y justifican sus propias opiniones y aprenden a responder con empatía a las ideas de los demás, están comenzando a usar algunas de las destrezas más importantes que requiere el pensamiento crítico.
Las técnicas posibilitan el dividir el pensamiento en partes y analizar cada una: pregunta a discutir, conceptos, suposiciones, evidencia, conclusiones e implicaciones.
En síntesis:
El pensamiento crítico tiene el propósito de probar un punto, interpretar lo que significa algo o solucionar un problema; puede ser personal o el esfuerzo de un equipo en el cual sus integrantes no compiten entre ellos, sino que trabajan para el logro de un bien común.
El resultado
Los pensadores creativos y críticos ejercitados:
Ø Formulan problemas y preguntas vitales, con claridad y precisión.
Ø Acumulan y evalúan información relevante y usan ideas abstractas para interpretar esa información de forma efectiva.
Ø Llegan a conclusiones y soluciones probadas con criterios y estándares relevantes.
Ø Piensan con una mente abierta dentro de los sistemas alternos de pensamiento; reconocen y evalúan, según sea necesario, los supuestos, las implicaciones y las consecuencias prácticas.
Ø Al idear soluciones para problemas complejos, se comunican de forma efectiva.
Ø Como profesor, madre o padre de familia, ¿qué más puede hacer para favorecer el proceso creativo y crítico en los adolescentes?
Fuente: Habilidades para la vida. CIJ