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Agencia Reforma
Ciudad de México 3 diciembre 2024.- El cantante Robbie Williams relató su difícil lucha contra el alcohol, las drogas y las malas decisiones que marcaron su vida desde su entrada a la fama a los 16 años.
En entrevista con el programa El Hormiguero, Williams, de 50 años, recordó cómo un guiño fue lo que lo llevó a ser parte de Take That, la famosa boy band que lo catapultó al estrellato internacional.
«Bueno, porque guiñaba el ojo. En serio, porque fui a hacer la prueba y, según me iba a abrir la puerta, miré hacia atrás al mánager y no supe qué hacer, así que le guiñé un ojo. Y gracias a ese guiño, dijo: ‘Este chico tiene algo, que vuelva'», confesó Williams, revelando cómo ese inocente gesto cambió su destino.
Pero la fama, aunque llegó rápidamente, no trajo consigo solo luces, sino también sombras. A los 20 años, cayó en el alcoholismo, una adicción que en la década de los 90 aún no era reconocida abiertamente.
«Caí en un alcoholismo desatado, en una adicción al alcohol, pero cuando tienes 20 años, en los 90, no se hablaba de adicción, no se hablaba de depresión, no se hablaba de ansiedad y, simplemente, ahí estaba», explicó.
A pesar de su éxito y millones de libras ganadas, las malas decisiones financieras fueron otro obstáculo. Williams relató cómo, al salir de Take That, se vio envuelto en una deuda de 300 mil libras (380 mil dólares) a una edad temprana.
«Cuando me fui de Take That, tenía 1,2 millones de libras, pero después tuve que demandar a mi discográfica y terminé con 1,5 millones de libras de deuda. A los 21 años, era alcohólico, drogadicto y debía 300 mil libras», compartió.
Además, el intérprete de «Feel» reconoció que durante esa época, la cocaína se convirtió en su vía de escape, otorgándole una falsa sensación de seguridad.
«La cocaína te destruye, pero al mismo tiempo te da una tremenda sensación de falsa seguridad. Entonces, aproveché toda esa sensación de seguridad porque sólo miraba hacia delante y sólo veía el éxito delante de mí, aunque en realidad mi vida era un desastre, un infierno», confesó.
Asimismo, compartió una anécdota de su vida personal que ocurrió en casa de Bono, líder de U2, mientras estaba bajo los efectos de setas alucinógenas.
«Miré un cuadro y pensé que era el más hermoso que había visto. Le dije a Bono, ‘Este cuadro es el más bonito que he visto’, y él me respondió: ‘Robbie, es una ventana’. Y lo era», relató entre risas.
Robbie también habló sobre su primer ingreso a rehabilitación, una experiencia que estuvo relacionada con Elton John, quien, al verlo tan perdido en el alcohol, le ayudó a ingresar a un centro de desintoxicación.
«Cuando me desperté había un médico, un psiquiatra, un terapeuta y Elton y su marido David se sentaron y me dijeron que iba a ir a rehabilitación en ese momento… Me dijeron que me iba a morir si no iba a rehabilitación», compartió.
La entrevista sirvió como plataforma para promover su próxima película autobiográfica Better Man, que llegará a los cines el 1 de enero. Una película que, según Robbie, no solo cuenta su vida, sino la historia de un ser humano que, a pesar de todos sus errores, busca ser querido y comprendido.