Por Héctor Guerrero
Artículo 116.- El poder público de los estados se dividirá, para su ejercicio, en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y no podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el legislativo en un solo individuo.
Nuestra República, nuestra democracia se sustenta sobre los tres poderes que existen en México, no obstante, venimos arrastrando una historia, una tremenda tradición en la que el poder se concentra en una sola persona y se extraña una real división de poderes.
A pesar de que López Obrador se ha llevado uno que otro revés propinado por la Corte, este régimen está buscando a toda costa la supremacía del Ejecutivo por sobre los otros dos, basta ver como el presidente mueve la mano para intervenir en las votaciones, observamos la actitud servil y ahora circense de los legisladores para complacer lo que les manda su mesías.
Violentar la división de poderes, como se está haciendo ahora, es traicionar al país.
Es un hecho que durante este régimen, México ha registrado un retroceso institucional grave, por decir lo menos.
No sólo lo que le sucede a la ministra Norma Piña, que fue atacada de forma personal por el presidente y que decir de sus esbirros que replican y le ponen de su cosecha a las descalificaciones que salen del palacio.
De verdad no puede ser que este gobierno se sienta agraviado por una ministra que no se levantó de su lugar para aplaudir la entrada del Presidente de la República.
Pero que tal aplauden y defienden a una ministra que plagió su tesis.
Pero ya el colmo de esto es lo que hizo el grupo parlamentario de Morena, en su carácter de elemento salamero del presidente, solicitó juicio político contra cuatro ministros de la Suprema Corte.
Los ministros, que obviamente no están alineados con el régimen, son: Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Alberto Pérez Dayán, quienes curiosamente son los que han echado para atrás sus planes de reformas constitucionales que quiso imponer para favorecer a él y a su partido.
De acuerdo con la instrucción de López los magistrados incurrieron en ¨violaciones graves a la Constitución¨ al no apegarse a los principios de austeridad republicana y ganar un salario superior al del presidente.
Y así justificó el legislador morenista, Manuel Alejandro Robles Gómez, para decir que no es un servil (ser vil):
“Presentamos esta demanda de juicio político porque no es un capricho presidencial, sino una definición de la voluntad del pueblo de México, para dar esa voz que no han querido escuchar las ministras y ministros que han decidido ampararse”.
Es la voluntad del pueblo, dicen. Para no decir que es la voluntad de quien les aprieta el cogote con la cadena.
Ya la oposición, siempre reaccionando, dijo que no va a votar por esa aberración, por lo que esta barbaridad que proponen los morenistas, tiene poca oportunidad de concretarse.
De todas formas, López prepara a finales del siguiente año una iniciativa para reformar al Poder Judicial antes de dejar el Gobierno.
Nuestro país requiere mantener la independencia legislativa y judicial que ni los ministros ni los legisladores sean peones del Ejecutivo, es a la ley a quien deben servir.
Vienen las elecciones y toda la maquinaria está apuntando para allá, por eso es importante evidenciar cada ataque que desde el Ejecutivo se orquesta al poder judicial, pues un sistema democrático como el nuestro, no solo es tener un sistema electoral (que ya tienen intervenido), donde se haga valer la voz de la ciudadanía, donde existan reglas y leyes que garanticen la transparencia del proceso, elementos básicos para una democracia sana.
Así como también es importante garantizar un estado de Derecho, respeto a los derechos humanos y ni hablar de seguridad, salud y empleo.
Todo lo anterior ha sido violentado durante este régimen.
Por eso es importante que los tres poderes se mantengan independientes para evitar los excesos de cualquiera de las partes.
El poder Judicial es clave rumbo al 2024 y quieren tener el control sea como sea.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero