Ricardo Yaid Carrillo Jovel
Agencia Reforma
Ciudad de México 21 febrero 2024.- China está enviando más productos a Estados Unidos a través de México, eludiendo los elevados aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump y que el Gobierno de Joe Biden mantiene, según un análisis de datos comerciales realizado por el Financial Times (FT).
China envió a México 881 mil contenedores de 20 pies en los primeros tres trimestres de 2023, el periodo más reciente para el que hay datos disponibles, frente a 689 mil en el mismo lapso de 2022, de acuerdo con el reporte, que se basa en cifras de Container Trades Statistics (CTS) revisadas por la plataforma de análisis de transporte y logística Xeneta.
«El aumento se produjo cuando México superó a China como el mayor exportador a Estados Unidos el año pasado, y cuando los envíos de camiones a través de la frontera hacia Estados Unidos continuaron aumentando rápidamente», destacó el Financial Times.
«Las cifras también apuntan a las dificultades que enfrenta la Administración Biden mientras actúa agresivamente para frenar la dependencia estadounidense de las cadenas de suministro globales dominadas por rivales geopolíticos como China, cuya capacidad de fabricación le ha otorgado un papel preeminente en el suministro de todo, desde electrodomésticos hasta vehículos eléctricos», añadió.
El diario refirió que, como resultado de los fuertes aranceles estadounidenses a China impuestos en 2018 por el entonces Presidente Trump y mantenidos ahora por Biden, los envíos que llegan directamente desde el gigante asiático ahora representan menos de 15 por ciento de las importaciones estadounidenses, frente a más de una quinta parte en 2017.
«Sin embargo, algunos productos chinos que se habrían enviado directamente a Estados Unidos todavía llegan al país a través de México, sin enfrentar los mismos impuestos», subrayó.
Erik Devetak, director de productos y datos de Xeneta, señaló al FT que una realineación genuina de la industria manufacturera global sería una vasta tarea que requerirá muchos años y una cantidad colosal de inversión e intervención estatal para lograrse.
«Reducir la dependencia de China es una frase fácil para los políticos, pero la realidad es muy diferente», dijo Devetak.
El Financial Times indicó que los fabricantes de automóviles chinos parecen ser los beneficiarios particulares.
Las cifras de la Industria Nacional de Autopartes (INA) muestran que 33 empresas de propiedad china con operaciones en el País enviaron piezas por un valor total de mil 100 millones de dólares a Estados Unidos en 2023, frente a 711 millones de dólares en 2021. Y México importó casi 9 mil millones de dólares en repuestos para vehículos de China el año pasado, según el mismo organismo comercial mexicano de proveedores de autopartes.
Los automóviles importados a Estados Unidos desde México están sujetos a un impuesto estadounidense de 2.5 por ciento, mientras que las piezas ensambladas en México incurren en un arancel de cero a 6 por ciento. Por el contrario, los automóviles y autopartes importados directamente de China pagan un impuesto adicional de 25 por ciento bajo el régimen introducido por Trump y mantenido por Biden.
Gary Hufbauer, del grupo de expertos del Instituto Peterson, sugirió que las reglas escritas hace años para el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá han sido superadas por el ascenso de China como potencia automotriz, dando a sus empresas una forma de evitar los aranceles.
«Es probable que Estados Unidos presione para lograr reglas de origen nuevas y más estrictas», consideró Hufbauer, citado por el FT.
Las reglas estadounidenses actuales impiden los transbordos directos, por lo que los bienes simplemente enviados a través de México sin ningún ensamblaje o insumo mexicano pagan los aranceles completos.
El Financial Times expuso que Joe Biden ha enfrentado presiones de los sindicatos y del Congreso para imponer un régimen aún más estricto, y Katherine Tai, Representante Comercial de Estados Unidos, reconoció en una carta a los legisladores en enero que las reglas estadounidenses dejaban oportunidades no deseadas para las empresas chinas, por lo que se comprometió a trabajar para abordar los desafíos.
«Los planes de empresas chinas como el fabricante de vehículos eléctricos BYD de abrir fábricas en México también han generado preocupación en Estados Unidos», enfatizó el FT.