Salvador Farfán Infante
Las mujeres enfrentan problemas especiales en lo que hace al consumo de drogas, en parte debido a dos factores:
- El sexo, es decir, las diferencias biológicas
- El género, es decir, las diferencias basadas en la definición cultural del papel del hombre y la mujer en la sociedad
Los científicos que estudian el consumo de drogas han descubierto que las mujeres que consumen drogas tienen problemas relacionados con las hormonas, el ciclo menstrual, la fertilidad, el embarazo, la lactancia y la menopausia. Además, las mujeres mismas describen motivos diferentes para consumir drogas, entre ellos controlar su peso, combatir el cansancio, manejar el dolor e intentar tratar por su cuenta problemas de salud mental.
La ciencia ha descubierto que:
En 2021, 26,6 millones de mujeres de 18 años o más (20,4% de la población) declararon haber consumido drogas ilícitas* en los últimos 12 meses (2021 DT 1.24). El término «ilícitas» se refiere al consumo de drogas ilegales, incluida la marihuana según las leyes federales, y al abuso de medicamentos recetados.
- A menudo, el consumo de drogas de las mujeres difiere del consumo de los hombres; por ejemplo, las mujeres consumen menores cantidades de ciertas drogas durante menos tiempo antes de volverse adictas.
- Las mujeres pueden responder a las drogas en forma diferente; por ejemplo, pueden sentir más deseos intensos de consumir la droga y ser más propensas a sufrir una recaída después del tratamiento.
- Las hormonas sexuales pueden hacer que las mujeres sean más sensibles que los hombres a los efectos de ciertas drogas.
- Las mujeres que consumen drogas también pueden experimentar más efectos físicos en el corazón y los vasos sanguíneos.
- Los cambios que ocurren en el cerebro de las mujeres que consumen drogas pueden ser diferentes a los cambios que ocurren en el cerebro de los hombres.
- Las mujeres pueden tener mayor probabilidad de ir a la sala de emergencias o morir por una sobredosis u otros efectos de ciertas drogas.
- Las mujeres que son víctimas de violencia doméstica tienen un mayor riesgo de consumir drogas.
- El divorcio, la pérdida de la custodia de un hijo o la muerte de la pareja o de un hijo pueden desencadenar el consumo de drogas u otros trastornos de salud mental.
- Las mujeres que consumen ciertas drogas pueden ser más propensas a sufrir ataques de pánico, ansiedad o depresión.
La pandemia del COVID-19 afectó a la recopilación de datos para la Encuesta Nacional sobre la Salud y el Consumo de Drogas (NSDUH, por su sigla en inglés) de 2021. Si desea más información, consulte las preguntas frecuentes de la NSDUH 2021 (en inglés) de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias.
El consumo de drogas durante el embarazo y la lactancia
La cantidad de mujeres con un trastorno por consumo de opioides al momento del parto se cuadriplicó entre 1999 y el 2014.
El consumo de drogas durante el embarazo puede ser riesgoso para la salud de la mujer y del niño, tanto a corto como a largo plazo. La mayoría de las drogas, incluidos los opioides y los estimulantes, tienen la capacidad de causarle daño al bebé por nacer. El consumo de drogas puede aumentar el riesgo de un aborto espontáneo y puede causar migrañas, convulsiones y presión arterial alta en la madre, lo que puede afectar al feto. Además, el riesgo de que el bebé nazca muerto es de dos a tres veces mayor en las mujeres que fuman tabaco o marihuana, toman analgésicos recetados o consumen drogas ilegales durante el embarazo.2 Las mujeres embarazadas deben consultar al médico antes de tomar cualquier droga o medicamento.
Cuando una mujer consume ciertas drogas en forma regular durante el embarazo, el bebé puede sufrir síntomas de abstinencia después de nacer, lo que se conoce como Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN). Las investigaciones indican que el SAN puede ocurrir si la mujer embarazada consume opioides, alcohol, cafeína y algunos sedantes recetados. El tipo y la gravedad de los síntomas de abstinencia del bebé dependerán de la droga o drogas que consumió la madre; durante cuánto tiempo lo hizo y con qué frecuencia; de qué manera el organismo de la madre procesa y descompone la droga, y si el bebé fue prematuro o nació a término.
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Los síntomas del SAN en un recién nacido pueden aparecer inmediatamente o hasta 14 días después de nacer. Entre ellos se incluyen:
- Parches de piel enrojecida.
- Diarrea.
- llanto agudo o excesivo.
- Fiebre.
- Frecuencia cardíaca acelerada.
- Irritabilidad.
- Mala alimentación.
- Respiración acelerada.
- Convulsiones.
- Problemas para dormir.
- Lentitud para aumentar de peso.
- Temblores.
- Vómitos.
Fuente: Drug facts