EL COLOR DE DANTE

Salvador Muñoz
Los Políticos

Movimiento Ciudadano tiene el prisma que requieran los ojos de quien lo vea…
Para el Frente Amplio por México, tiene tintes de traidor cada vez que el Naranja blande la idea de que este 2024, ha de participar solo y su alma en esas elecciones… o bien, hay un dejo de esperanza de que en un giro inesperado, así como el que dio Enrique Alfaro contra su mismo partido, Movimiento Ciudadano fuera el cuarto aliado para confrontar al Sistema en el Poder…

Sí, entonces Movimiento Ciudadano para el FAM tiene forma de bisagra, de esa bisagra que permita a la Oposición no sólo hacer pareja la disputa por el poder, sino en una de ésas, arrebatarlo a quien hoy lo ostenta…
Aunque también Movimiento Ciudadano para el FAM puede convertirse en el candado que eche abajo toda pretensión de un “cambio democrático” y llave de ese candado para que persista el “continuismo autoritario”…
¿Qué estoy planteando? Un escenario simple, de blanco y negro donde no hay lugar para los medios tonos, en donde radica el palíndromo político más radical que puede caber en estos días de polarización generado por el Sistema en el Poder y por la Oposición: Somos o no somos.
Preciso: Ambos bandos, Sistema en el Poder y Oposición, sólo cumplen con su papel en el lugar que les toca jugar… el primerO, hacer todo lo que sea necesario para mantenerse en el Poder; el segundo, hacer todo lo necesario para llegar al Poder. Ambos esgrimen argumentos válidos: El primero, un pasado corrupto; el segundo, un presente corrupto. Ambos tienen una consecuencia lógica: Que el pasado no vuelva; que no se permita el continuismo.
¿Y cuál es el papel de Movimiento Ciudadano?
Para hablar de Movimiento Ciudadano hay que hablar entonces de Dante Delgado Rannauro, amo y señor de su partido.
Dante Delgado apuesta a ser la Tercera Opción con un esquema simple para el ciudadano común que está desilusionado de quien le concedió la confianza en el 2018 pero que a la vez está decepcionado de quienes ya han ejercido el poder con o sin su voto antes del 2018…
Dante juega sus cartas y viejo lobo de mar, pega donde duele con una frase simple: “Con el PRI, ni a la esquina”.
Para nadie es un secreto que el otrora partidazo sigue pagando la factura que endosaron sus representantes en la Silla Presidencial como en los gobiernos estatales…
Dante sabe que no puede competir contra Morena, contra AMLO… pero también sabe que no puede competir contra el FAM…
Pero lo que sí sabe Dante es que puede ganar los votos de quienes no quieren a un PAN aliado con el PRI… o los votos de quienes ven a Morena como un “Simi”: lo mismo que los otros, pero más barato…
Lo que también sabe Dante es que yendo solo, únicamente un milagro, un hecho extraordinario, un “Borgen” (parece que le gusta mucho esa serie) lo llevaría al Poder… siendo pragmáticos, a lo que apuesta Dante es a dos cosas y aunque suene feo:
1.- Cachar los votos de esos ciudadanos que no quieren nada de los que ya gobernaron ni de los que gobiernan, que no se enfrascan en la polarización, que podrían darle un voto de confianza a una nueva opción…
2.- A que con su candidato, quien sea, quizás hasta Ivonne Ortega para estar a tono con las mujeres, incremente su porcentaje de votos porque es claro que en alianza, el tache en la boleta favorece más al partido que abandera al candidato que a los aliados… Cuestión de checar cómo les fue en el 2018 a los aliados de “Por México al Frente” o de “Juntos Haremos Historia” o “Todos por México”…
Así las cosas, para el FAM, para Morena, para AMLO, para quien sea, Movimiento Ciudadano tiene más colores que los que a simple vista nos puede mostrar… para Dante, sólo hay uno: el color de la victoria, a sabiendas de que a veces perdiendo, se puede ganar… al tiempo.