EL 90% DEL EQUIPO DE CUITLÁHUAC SE REFUGIA EN LA SECRETARÍA DE SALUD

@LineaCaliente

Por Edgar Hernández*

Algo apesta en Dinamarca.

El nuevo gobierno y en lo particular localizadas dependencias como la Secretaría de Salud, SESVER, le apuestan al olvido sobre todo tratándose del dinero público desviado vía “Empresas Fantasma”.

Luego de la revelación de ORFIS y las exigencias del SAT en torno a la aclaración del uso y destino de 5 mil millones de pesos que deberían ser destinados a las tareas de la salud pública, todo quedó en la nada.

Para colmo de males, todas las posiciones de primer nivel, salvo el staff del secretario Valentín Herrera Alarcón, se mantienen inamovibles.

Sesver, al igual que Seguridad Pública, la de Educación y Obras Públicas son en los hechos, las tapaderas de las transas de Cuitláhuac y equiperos que no solo gozan de impunidad, sino que en alta proporción siguen operando en lo que les sale mejor, los moches.

En el área administrativa de la secretaría de Salud, salvo el titular Jorge Eduardo Sisniega Fernández, operador de Eleazar Guerrero, primo hermano del atarantado, el 90% de los cuitlahuistas permanecen en sus puestos laborando y no precisamente en la honestidad.

Se hicieron necesarios a través de una complicada ingeniería contable, de una administración que se estructura mediante la creación de empresas “fachada”.

Ello les permite redirigir contratos sin controles efectivos, empleando prestanombres y beneficiarios de programas sociales como representantes legales, lo que hace difícil de rastrear, facilitando la triangulación de recursos y su envío de las áreas que más los necesitan, como hospitales, infraestructura y escuelas.

Por ello Veracruz sigue sin medicinas, no hay para combatir el cáncer y la secretaria de Salud está literalmente paralizada.

De las 227 empresas fantasma detectadas por ORFIS y el SAT, un total de 52 han sido utilizadas por la Secretaría de Salud, siendo esta dependencia la principal fuente de adjudicaciones para las empresas investigadas.

En este espacio se ha publicado de manera reiterada que son cinco empresas las que controlan el 80 por ciento de los contratos en salud, concentrándose en ellas cerca de cinco mil millones de pesos.

Este monto, que debía destinarse a mejorar la infraestructura hospitalaria y atender necesidades emergentes fue desviado sin evidencia de que los bienes y servicios pactados hayan sido entregados.

Quedó en el aire la revelación oficial de que la Secretaría de Salud otorgó contratos por más de 60 millones de pesos -30 días antes de que tomara posesión Nahle- mediante 31 adjudicaciones directas las cuales incluían la compra de insumos para la emergencia sanitaria, equipo médico, y otros artículos..

El titular de SESVER Valentín Herrera Alarcón nomás no sabe, no puede, ni quiere.

Se la pasa en la ciudad de México atendiendo asuntos personales y buscando cómo le resuelve la vida a otro funcionario público de la Subdelegación Sanitaria del ISSSTE en donde se consume y comercializan estupefacientes.

El asunto no sería mayor ya que en los hechos el ISSSTE nada tiene que ver con SESVER salvo porque para el secretario Valentín Herrera el problema se llama Valentín Herrera y es su hijo.

Impuesto por dedazo en la dependencia federal, el junior llegó de tiempo atrás a la Subdelegación Médica del ISSSTE a cargo del doctor Gustavo Montero Olvera quien le dio la bienvenida a la institución invitándolo a sumarse en pro de la mejora de los servicios médicos.

El interés de Valentín Herrera, en el marco de la legalización de la marihuana y sus derivados se fue, sin embargo, por los caminos fáciles de la comercialización y consumo de enervantes, según denuncias públicas presentadas en este espacio en anterior entrega en donde se involucra incluso a su esposa.

 La confronta con Montero tomó tintes personales a grado tal que se sucedieron enfrentamientos personales, de agravios al domicilio de uno de ellos que fue vaciado en una ausencia vacacional y de no respetar a la superioridad.

La llegada de papi acrecentó la valentía de Valentín llevando el diferendo a chisme de lavadero y ventilar cuanta difamación se le ocurre a través de las redes sociales.

Para pedir la “otra versión” la de Valentín padre, este reportero acudió a la Secretaría de Salud, no hubo respuesta.

Son en realidad temas domésticos de carácter secundario que, sin duda, dañan la imagen del honorable doctor Valentín Herrero rebasado por no poder tomar el mando real en Sesver.

Encima carga sobre sus hombros el diferendo del mozalbete en la subdelegación Médica del ISSSTE hasta donde llegó su fama como vendedor de enervantes.

 Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo