- Si no se trabaja con laboratorios de alta capacidad y sistemas de información compartidos, se desconocerá cuando aparezca un nuevo virus o alguno conocido cambie de características, advirtió
- La salud global enfrenta desafíos como la desigualdad ante emergencias sanitarias, innovación tecnológica e impacto del cambio climático, señaló Ana Carolina Sepúlveda Vildósola
Ciudad Universitaria, CDMX, 7 marzo 2025.- En el continente americano se requiere que la atención primaria de las y los médicos tenga la capacidad para resolver problemas de la población, algunos muy recurrentes como hipertensión, diabetes y cáncer, consideró el director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa da Silva.
“Necesitamos que esos profesionales médicos de primer contacto puedan hacer diagnósticos y tratamientos eficientes”, aseguró ante la directora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, y la comunidad de esa entidad universitaria.
Invitado a esta casa de estudios para dictar la conferencia “La cooperación de la OPS en las Américas”, Barbosa da Silva sostuvo que hay que seguir luchando porque la salud sea un derecho universal, no un privilegio.
“Que la persona tenga derecho a la salud, no porque puede pagar o porque está en la economía formal y tiene una contribución social, todas las personas deben tener derecho a la salud como ciudadano o ciudadana de un país. Eso no es sencillo de lograr, porque muchos países todavía están sin recuperarse del impacto económico negativo que tuvieron con la pandemia”, reconoció.
En el auditorio Raoul Fournier Villada de esa entidad académica, Jarbas Barbosa fue presentado por José Moya Medina, representante de la OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en México, quien celebró que se abriera un espacio para el diálogo con las y los alumnos.
“Hemos tenido reuniones con el secretario de Salud, David Kershenobich, y estamos trabajando en una estrategia de cooperación con México para los próximos años”, adelantó.
Manifestó que Barbosa da Silva ha dedicado su vida a la salud pública de la región, primero como director estatal y luego como funcionario federal en su natal Brasil y ha estado en la OPS, que hoy dirige, desde el 2010.
Al continuar con su conferencia, Barbosa da Silva hizo una reflexión luego de la pandemia de la COVID-19, y estimó: si no trabajan integrados ambiente, salud animal y salud humana con laboratorios de alta capacidad y sistemas de información compartidos, podemos desconocer cuando aparezca un nuevo virus o uno conocido cambie de características.
Debemos implementar estrategias y por ello es importante la integración de esos tres sectores. Estamos monitoreando lo que pasa en Estados Unidos, donde 19 estados tienen brotes de influenza aviar, tenemos casos en gatos y personas. Afortunadamente, el virus no aprendió a transmitirse entre individuos, son aislados los sucesos de humanos que tenían contacto con animales. Pero eso puede modificarse en una semana, un mes o un año, acotó.
Actualmente, dijo, 30 países de la región cuentan con capacidad, equipos y personal entrenado para realizar la vigilancia e identificar diversos virus.
Más adelante detalló: en nuestra región de cada 100 personas con hipertensión solo 50 están al tanto que la tienen y 25 por ciento la mantienen controlada. Es decir, esta que es la principal causa de mortalidad de adultos, las más de las veces solo se identifica cuando la persona tiene el primer accidente vascular cerebral o un infarto.
Previamente, Ana Carolina Sepúlveda celebró la visita de Barbosa da Silva y sus colaboradores, especialmente por el intercambio de opiniones con estudiantes.
Enfatizó que la salud global enfrenta grandes desafíos como la desigualdad ante las emergencias sanitarias, el avance de la innovación tecnológica en el sector y el impacto del cambio climático.
Es un honor recibir a Barbosa da Silva, una figura clave en la construcción de políticas sanitarias para nuestra región y un referente en la cooperación internacional para la salud en América, apuntó.
FUENTE: UNAM