ALTO RIESGO HÍDRICO POR EL MODELO ECONÓMICO IMPERANTE


• Todos podemos contribuir desde nuestro actuar cotidiano en el cuidado del agua, afirmó Cecilia Silva Gutiérrez, coordinadora general de Estudios de Posgrado de la UNAM


En el año 2050, el 51 % de la población global estará expuesta a un alto riesgo hídrico, afirmó en la UNAM, Adrián Pedrozo Acuña, titular del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
El modelo económico imperante en el mundo ha arrojado consecuencias directas al medio ambiente como el sobreconcesionamiento y la sobreexplotación del agua, añadió el investigador con licencia de la Coordinación de Hidráulica del Instituto de Ingeniería (II) de esta universidad.
Al dictar la conferencia Conocimiento del agua al servicio de México, en el Auditorio José Luis Sánchez Bribiesca de la Torre de Ingeniería, explicó que entre las necesidades urgentes de dicho ámbito se encuentran: “Reinstalar la rectoría del Estado sobre el agua como garante de su conservación; reconocer dicho recurso como elemento de soberanía nacional y bienestar”.
También, “garantizar progresivamente el derecho humano al mismo, en particular en pueblos indígenas y zonas rurales; medir concesiones y descargas de grandes usuarios; ordenar hídricamente el territorio; definir límites sustentables para la industria; crear una agricultura sustentable; cuantificar disponibilidades de forma científica; e incentivar la integridad con reglas claras, es decir eliminar el mercado negro”.
¿Quiénes gastan más?
Al referirse al índice de impacto hídrico en 2023, dividido en cinco categorías, mencionó que en estado “crítico” se incluyen actividades como: diseño de moda y manufactura; producción de algodón; extracción de gas, petróleo y minería; manufactura de autos; así como granjas porcinas y avícolas.
En índice “muy alto” se hallan la manufactura de motores y la de baterías, la producción de bebidas alcohólicas y no alcohólicas; en “alto”, la producción de cereales, la cerámica para construcción, hoteles de alto impacto, e insumos para el cuidado de la salud.
Respecto al índice “medio” lo podemos encontrar en la manufactura de productos de madera y vidrio, y servicios y equipos para el sector energético. En la categoría “bajo” impacto hídrico están la generación de energía geotérmica, el manejo de residuos sólidos, los servicios de tecnologías de la información, y las redes eléctricas.
En relación con el producto interno bruto y el consumo de agua, por regiones: el norte, que genera 257,180 millones de pesos, tiene un consumo de 15,846 hm3 (hectómetros cúbicos); el Bajío con una generación de 334,095 millones de pesos utiliza 23,401 hm3; y el sureste, con 47,302 millones de pesos, alcanza un consumo hídrico de 3,933 hm3.
Colaboración
Al inaugurar el Primer Congreso Internacional de Ingeniería Ambiental, el cual tuvo como objetivo ser un punto de encuentro interdisciplinario para reflexionar sobre las perspectivas de sostenibilidad en temas como la contaminación atmosférica, el agua, el suelo, los residuos sólidos urbanos, y la sustentabilidad, entre otros, Cecilia Silva Gutiérrez, coordinadora general de Estudios de Posgrado de la UNAM, subrayó: “Todos podemos contribuir (al cuidado ambiental) y tenemos la responsabilidad no solamente en la academia, sino desde nuestras propias disciplinas y a partir de nuestro actuar cotidiano, para encontrar la manera de sensibilizar a las industrias, a los sistemas económicos, a fin de que llevemos el conocimiento que producimos a las personas que no están cerca de la academia”.
En su oportunidad, Jorge Zavala Hidalgo, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, manifestó que deben buscarse las interacciones necesarias en las diversas áreas y sectores: público, privado y académico, para solventar el reto de conservar el medio ambiente, el agua, el suelo y la atmósfera. “Es un desafío que no es posible enfrentarlo de forma aislada, sino con acercamientos y colaboraciones”.
Antes, Carlos Amador Bedolla, director de la Facultad de Química, comentó: “estoy acostumbrado a decir que la química es la ciencia central, sobre todo dentro de la biósfera, y todo lo que ocurre está relacionado con ésta: cambios de gases, enlaces; pero se vuelve más interesante cuando se abordan los tópicos de agua, suelo y residuos. El tema del Congreso es básicamente la vida, y eso lo vuelve muy importante y ambicioso”.

FUENTE: UNAM