- Es la primera causa de muerte por enfermedad en menores de 14 años en nuestro país: Iris Gallardo, académica de la FM
- Leucemias linfoblásticas agudas, las más frecuentes
Mirtha Hernández
El diagnóstico oportuno del cáncer infantil eleva las probabilidades de supervivencia pues, aunque no hay una forma de prevenir esta enfermedad, su detección temprana es clave para dar un tratamiento adecuado, pero depende también del tipo de mal que presenten.
La profesora adjunta de la Facultad de Medicina de la UNAM y oncóloga pediatra del Hospital General de México, Iris Gallardo Gallardo, indicó lo anterior y consideró que es importante que la población en general conozca que esta enfermedad existe y que es un problema de salud pública, pues muchos creen que es exclusiva de los adultos.
En este contexto, recordó que con base en información de la Organización Panamericana de la Salud, cada año se diagnostican en el mundo a unas 280 mil niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 19 años, y en América Latina y el Caribe se estima que 30 mil resultarán afectados anualmente.
El organismo internacional también precisa que en las naciones de ingresos altos más del 80 % de la población infantil se cura, mientras que en las de ingresos medianos y bajos la curación es aproximadamente del 20 %.
Con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se conmemoró el 15 de febrero, dijo que en nuestro país se calcula que se detectan entre cinco mil y seis mil casos nuevos al año en menores de 19 años. Es la primera causa de muerte por enfermedad en personas antes de los 14 años, abundó.
La desinformación ocasiona un diagnóstico erróneo y/o retraso en el tratamiento, lo que puede aumentar la morbimortalidad de los pacientes; por ello, la experta universitaria sugirió que en el marco de esta efeméride la sociedad esté alerta. El cáncer muestra signos que fácilmente pueden confundirse con los de otras enfermedades, como dolores de cabeza, fiebre súbita y sangrado de la nariz, entre otros.
Prestar atención
Gallardo Gallardo expuso que el cáncer es un conjunto de enfermedades que han afectado a los seres vivos; a diferencia de las infecciosas o parasitarias, aquéllas se desarrollan en nuestro cuerpo, generan la proliferación anormal de células inmaduras, las cuales se presentan por mutaciones.
“Tenemos que prestar atención. Muchas veces, por ejemplo, los maestros en las escuelas son quienes se dan cuentan que algo anda mal, porque ven a algún estudiante más cansado, más pálido, juega menos, tiene ciertos moretones, ha faltado a clases y se han añadido más procesos infecciosos”, manifestó.
Lo importante, sostuvo, es realizar un interrogatorio dirigido a la sospecha de tumores malignos, indagar cada uno de los síntomas y signos para descartar patologías. Además, si un síntoma no cede a un tratamiento común, también debe ser motivo de mayor vigilancia.
La especialista también recomendó no discriminar a las niñas, niños y adolescentes, pues detalla que al enfermar empiezan a faltar a la escuela y presentan alteraciones en su imagen al estar bajo tratamientos químicos.
“Tienen que ser incluidos en la sociedad, igual que todos, porque llegan a la escuela y sufren bullying, pues al estar en tratamiento pueden perder cabello, peso o tener alteraciones, ya que bajan sus plaquetas, tuvieron algún sangrado o una disminución de defensas y hay que llevarlos al hospital inmediatamente”, aseguró.
Asimismo, comentó que lo más frecuente entre esta población son las leucemias linfoblásticas agudas, seguidas de otro tipo de leucemias, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas.
FUENTA: UNAM