Manuel Alejandro Álvarez Torres
Agencia Reforma
Ciudad De México 16 octubre 2024.- Cuando los gritos de los trabajadores del Poder Judicial comenzaron a retumbar por las dos esquinas de la calle de Moneda, el líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, dejó la puerta número 1 de Palacio Nacional, donde los militares no dejaban pasar a nadie y se dirigió a la número 3. Corrió por la banqueta porque no podía pasar al interior de la sede gubernamental.
En la puerta 3 tocó sobre la madera y se acercó a una ventana troquelada para implorar a los vigilantes que custodiaban el acceso. «¡Ya abran la puerta! ¡Déjenos pasar, ahí viene la protesta!», urgió.
La verdad es que la protesta ya había llegado. En el momento en el que los vigilantes abrieron la puerta para dar paso a más de 50 CEOs de empresas mexicanas y estadounidenses, un grupo de oficiales secretarios y trabajadores administrativos ya se habían colado y con unos megáfonos gritaban que el Poder Judicial «no va a caer».
Las camionetas Porsche, Cadillac Escalade, BMW, Mercedes Benz y Suburban estacionadas o dando vueltas con choferes y escoltas en las inmediaciones de Palacio, eran esquivadas por los trabajadores del Poder Judicial que coparon esquinas e hicieron sonar sus consignas en español y en inglés.
El primer grupo de CEOs entró por la puerta tres, pero la manifestación retrasó el arribo de otros más, algunos llegaron caminando, rodeados por sus escoltas; otros acompañándose entre ellos, un poco desconcertados y con el teléfono en la mano, llamando a sus asistentes o al dirigente de su cámara.
José de Jesús Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, pedía que le llamaran al Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para que abrieran la puerta y dejara pasar a un grupo de unos 15 directivos y empresarios, entre ellos Max El-Mann, director de Fibra Uno.
«Es simplemente una manifestación del Poder Judicial, que tienen el derecho de hacerla. Nosotros, como sector empresarial, estamos buscando que las condiciones para ellos sean las mejores, pero sobre todo para la justicia de nuestro País», indicó Rodríguez mientras iba de una puerta a otra.
«¿Circunstancias como esta inhiben la inversión?», se le preguntó.
«Desde luego, pero hoy creo que vamos a recibir buenas noticias y vamos a trabajar en ello, en tener las mejores noticias para nuestro País», confió.
Rodríguez, El-Mann y otros empresarios tuvieron que caminar hasta Correo Mayor, donde ya los esperaba Francisco Cervantes, quien los condujo por esa calle hasta otro acceso, porque la protesta ya había llegado y también tocaba las puertas de Palacio.