Claudia Salazar
Agencia Reforma
Ciudad de México 28 septiembre 2023.- La politóloga y articulista Denise Dresser advirtió que en el caso Ayotzinapa el Presidente Andrés Manuel López Obrador firmó otro pacto de silencio con las Fuerzas Armadas, como lo hizo el anterior Gobierno.
Manifestó que con la participación de militares y los posibles delitos cometidos en la desaparición de los 43 normalistas «no pasará nada».
«Las Fuerzas Armadas mienten, espían, ocultan evidencia, se niegan a comparecer, como es el caso de Luis Cresencio Sandoval, y no pasa nada.
«El Presidente afirma que en el caso de Ayotzinapa se ha roto el pacto de silencio, cuando al parecer, por toda esta evidencia existente, parece ser que su Gobierno volvió a firmar el pacto de silencio con los militares en México», consideró Dresser en la celebración del Día Internacional del Derecho de Acceso Universal a la Información, organizado en el INAI.
Cuestionó hasta dónde ha llegado la relación del Ejecutivo federal y las Fuerzas Armadas, y si éstas siguen siendo leales a la Constitución e instituciones del País, o lo son ahora con un hombre.
Citó que gracias a la filtración de información de los archivos de la Sedena, por el grupo Guacamaya Leaks, se conoció que el Ejército sabía de los lazos entre políticos y funcionarios con narcotraficantes, pero no lo informó.
«No queda claro si el Ejército se manda a sí mismo o es una fuerza subordinada al jefe de Estado. Esto tiene implicaciones significativas para la democracia y para el Estado de Derecho», explicó.
Resaltó que tales implicaciones se ven en el caso Ayotzinapa.
«Vemos que la Fiscalía General de la República, la Sedena, la Marina, fabrican culpables, torturan a imputados, reconstruyen e intervienen escenas del crimen y no pasa nada», alertó Dresser en su participación.
Citó que cada vez más hay una política en la que el Presidente le cede poder de su Gobierno a los militares, como es la construcción de obras, el control de aduanas, del aeropuertos y la creación de aerolíneas.
Todo lo hecho por los militares, además, está siendo reservado.
«Ahora se ha convertido en Sedena Inc. o Sedena S.A. de C.V. constituida al margen del escrutinio público por razones de seguridad nacional», señaló.
Afirmó que México está ante una «transformación pintada de verde» con implicaciones para el Estado de Derecho y para la democracia, que al parecer ni el Presidente ni su partido ni la sociedad en general han podido reconocer.
«Porque la fortificación de las Fuerzas Armadas en nuestro País no es necesariamente un proyecto de pacificación, eso no ha sucedido.
«Ha sido más bien una estrategia política, el militarismo implica un viraje en la lealtad de las fuerzas armadas, implica borrar la línea de responsabilidades de Estado, de Gobierno y de partido», sostuvo la politóloga y también docente.
Alertó también que el ocultamiento de información, que debería ser parte de nuestros derechos ciudadanos, forma parte de un patrón peligroso y alarmante.
Ello se advirtió, dijo, cuando la Suprema Corte determinó que era inconstitucional que la Guardia Nacional estuviera adscrita a la Sedena.
Resaltó que hubo entonces una respuesta desafiante del Jefe de Estado, respecto a que si la militarización viola la Constitución, entonces hay que cambiar la Constitución.