‘ENTREGUÉ A GAVIRA MOCHES EN SU CASA’

Manuel Alejandro Alvarez Torres                  

Agencia Reforma

Ciudad de México 18 septiembre 2023.- Alejandro Puente Córdova, el empresario que opera bajo el cobijo del partido Movimiento Ciudadano (MC), mandó a pagar los «moches» de contratos millonarios obtenidos en Segalmex a la casa de René Gavira Segreste, ex titular del organismo que sustituyó a la Conasupo y que busca ayudar a pequeños productores agrícolas.

 

 Ricardo José Lambretón López Ostolaza, un empresario que admitió ser cómplice de Puente y que luego consiguió convertirse en testigo protegido, reveló que él mismo llevó el efectivo a la casa de Gavira en tres entregas que sumaron 6.7 millones de pesos.

 

 Puente, que llegó a ser candidato al Senado por MC, tiene una hija, Alejandra Puente García, que es secretaria de Vinculación Operativa en la dirigencia nacional de Dante Delgado en MC, y es padre de una de las hijas de la ex diputada de MC y actual representante del Gobierno de Samuel García en la Ciudad de México, Pilar Lozano, y cuyo padre Manuel Lozano, también ex directivo de Segalmex, ya está detenido.

 

 Conforme la declaración del empresario cómplice, Alejandro Puente Córdova manejaba por medio de terceros una de las empresas que recibió multimillonarios contratos de Segalmex y por los que pagó los «moches».

 

 Se trata de Grupo Vicente Suárez 73, que junto con Coprolac son señaladas por la Fiscalía General de la República (FGR) por un supuesto desfalco de mil 687 millones de pesos a Segalmex, en asignaciones directas para procesar leche bronca en polvo y crema, según lo reveló en su momento la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

 

 Conforme la declaración que Lambretón, también contratista de obra pública y maquinaria, hizo el pasado 16 de agosto ante un juez federal, Puente le entregó en efectivo 6.7 millones de pesos a Gavira, quien entonces era ex director de la Unidad de Administración y Finanzas de Segalmex.

 

 Él mismo asegura haber ido a recoger el dinero a una oficina de Puente en la colonia Condesa y luego dárselo a Gavira, en tres entregas a domicilio.

 

 Lambretón es propietario de Biserca Corporativo y Grupo Especializado en Suministros Integrales, y socio de Marena Beach Towers, un desarrollo inmobiliario de lujo que se construye en el Puerto de Telchac, Yucatán.

 

 Cuando el ex socio de Puente se convirtió en testigo colaborador de la FGR, el constructor abandonó el Penal del Altiplano el mismo día en que rindió este testimonio.

 

 Según su dicho, Puente consiguió los millonarios contratos gracias a su relación con Manuel Lozano Jiménez, ex director Comercial de Diconsa, filial de Segalmex, ya detenido en junio pasado en Argentina.

 

 El origen de ese vínculo, dice el delator, es que Puente tiene una hija con Pilar Lozano, hija de Lozano Jiménez.

 

 Reveló además que el dinero de los contratos fue triangulado por la empresa contratista a otras como AT Company y El Encanto Produce, para que luego Puente usufructuara los recursos.

 

 Lambretón cuenta que en 2013 conoció a Gavira, cuando éste último era secretario particular de Adrián Ruvalcaba, entonces delegado en Cuajimalpa, demarcación de la Ciudad de México en la que el empresario obtuvo contratos. Gavira, dice, fue quien luego le presentó a Puente aproximadamente en el 2018.

 

 Ese encuentro ocurrió en el Piso 51 de la Torre Mayor, Gavira y Puente desayunaban en una mesa y Lambretón estaba en otra con un amigo.

 

 Se saludaron, el funcionario le comentó que celebrarían los contratos para el secado de leche y luego se retiró, dejándolo con Puente.

 

 «Con el antecedente que yo tenía con el señor Gavira y con mi experiencia en obra pública, maquinaria y más, (Puente) me dice que le gustaría que yo participara con él en el proyecto. Hablamos de los montos de inversión, eran sumas demasiado cuantiosos», relata.

 

 «Le dije que yo no tenía esa capacidad de inversión, me dijo que por ser convenios con el Gobierno federal se podía acceder a fuentes de financiamiento de una forma sencilla y, bueno, empecé a trabajar en este proyecto de secado o coproducción de leche», relató.

 ‘Moches’ y vínculos

 El 12 y 17 de diciembre de 2019, Segalmex adjudicó los primeros dos convenios para deshidratar leche en los que la FGR afirma que Coprolac y Grupo Vicente Suárez 73 desfalcaron a la dependencia con casi mil 700 millones de pesos, conforme lo investigado por MCCI.

 

 La empresa con la que se relaciona a Puente Córdova recibió 458.6 millones de pesos, cantidad que comprende 191.4 millones por el pago del contrato y 267.2 millones por el valor de la leche bronca que le entregaron y que supuestamente no devolvió procesada.

 

 Lambretón López Ostolaza asegura que existía un acuerdo previo para entregarle «moches» a René Gavira, a partir del momento en que la proveedora empezara a recibir los pagos.

 

 En cumplimiento a lo pactado, Lambretón recogía el dinero en efectivo en una oficina de Puente en la calle de Tenancingo, en la Colonia Condesa, y luego se trasladaba a Bosques de Minas, en La Herradura, para entregárselo en su casa a Gavira. En total, el emisario dice haber realizado tres entregas por un total de 6.7 millones de pesos.

 

 «La primera (entrega) fue un monto cercano de 2 millones de pesos, me pidió que se lo entregara al señor René Gavira; en otra ocasión fue un monto un poco superior, 2.2, 2.3 millones de pesos, también fueron entregados al señor René Gaviria, esto por concepto de los convenios de coproducción», dijo.

 

 «Hubo otro contrato diferente que pactaron el señor Gavira y el señor Puente Córdoba para el suministro de media crema por cerca de 50 millones de pesos, 49 millones y fracción, por este contrato se entregaron al señor Gavira 2.5 millones de pesos en efectivo, de parte del señor puente Córdoba y es importante mencionar que en este contrato los bienes objeto del mismo no fueron entregados a la dependencia, que en este caso era Diconsa».

 

 El testigo colaborador refiere que en un principio Puente tuvo una mala relación con Gavira que llegó a los reclamos con groserías, porque el funcionario estaba convencido que el empresario estaba detrás de una «campaña mediática» en su contra en el año 2019.

 

 Tuvieron que sentar a los dos para que arreglaran sus diferencias y, una vez que lo hicieron, pactaron los grandes contratos.

 

 Pero Lambretón también señala que Puente tenía una relación con un funcionario de Segalmex que le abrió la puerta para los contratos. Se refiere a Manuel Lozano Jiménez, ex director Comercial de Diconsa, filial de la paraestatal.

 

 «Puente me relató que su relación con esta dependencia era producto de que él tenía una hija con Pilar Lozano, hija a su vez del señor Manuel Lozano, a su vez director Comercial de Diconsa, esa era la relación que lo había llevado allí, él empezó en los primeros meses a suministrar fruta a Diconsa», dice.

Confirman uso de prestanombres

 Prestanombres fueron utilizados en la trama de corrupción mediante la que se desfalcó a Segalmex cuando René Gavira Segreste estaba al frente del organismo responsable de apoyar a los pequeños productores del País.

 

 El empresario Ricardo José Lambretón López Ostolaza, quien se convirtió en testigo protegido a condición de revelar la trama de corrupción en la que participó, contó cómo una de las empresas usadas para desviar dinero público, cambió legalmente de manos, pero siguió manejada por Alejandro Puente, uno de los acusados.

 

 El 11 de noviembre de 2014 Alejandro Puente y Raymundo Miravete Melo constituyeron la constructora Grupo Vicente Suárez 73 ante el Notario Público 16 de la Ciudad de México.

 

 Si bien el 3 de diciembre de 2018 ambos vendieron sus acciones a Alejandro Armenta Peralta y Alejandra Escamilla Yesaki, cambiándole su objeto para ser proveedora de lácteos, Lambretón asegura que Puente siguió manejando la empresa y se benefició de los contratos.

 

 Armenta hoy está en la cárcel y Escamilla en calidad de evadida de la justicia.

 

 «Esa empresa, lo que se me comentó, se había constituido unos años atrás como constructora, uno de los accionistas ser el señor Alejandro Puente Córdoba, hacia diciembre de 2018 hace un cambio, pone a una persona para representarlo en esta empresa, que es el señor Armenta, pero, bueno, él es quien opera, quien dirige la empresa grupo Vicente Suárez, me refiero al señor Puente», declaró.

 

 El testigo colaborador reveló que Puente tenía un equipo de contadores y administradores que implementaron estrategias fiscales para triangular el dinero de los contratos a empresas como AT Company y El Encanto Produce, entre otras, para luego usufructuar los recursos.

 

 Reconoció, además, que Puente le dio acciones de algunas de esas compañías, para pagarle sus servicios en estos convenios.

 

 «Eventualmente me dio acciones de la empresa Inmobiliaria Imatel, que era la tenedora de las tierras donde se iban a construir las plantas del secado de leche, tenía un proyecto interesante, ambicioso, para comercializar productos lácteos, y compró una empresa que se llamaba, el nombre comercial, era Comercializadora de Productos Lácteos de Tangamandapio», detalló.

 

 «Me dio acciones también de esta empresa, me dio acciones de otra empresa que se llama El Encanto Produce y de una cuarta que no logro recordar el nombre», admitió.

 Acaban contratos y viene la ruptura

 La relación entre los empresarios Ricardo José Lambretón y Alejandro Puente terminó por dos razones: la primera, porque en julio de 2020, René Gavira fue despedido de Segalmex, en medio de señalamientos de corrupción, y a partir de ese momento se acabaron los contratos para Grupo Vicente Suárez 73, la empresa a través de la cual se hizo el desfalco al organismo público federal.

 

 La segunda y definitiva, porque en enero de 2021, el ahora testigo colaborador no aceptó abrir cuentas bancarias en Estados Unidos para movilizar grandes cantidades de dinero, como se lo había solicitado Puente.

 

 «Puente me dijo que no habría mayor beneficio para mí, no podía pagarme nada, no había cobrado y me pedía que regresara o devolviera las acciones que me había dado de estas empresas», contó a las autoridades judiciales.

 

 «Lo hice así, me mandó con un propio a firmar contrato de compraventa de acciones y asambleas en donde se me destituiría y donde yo vendería las acciones de estas empresas, eso fue lo que había en un camino como beneficio que terminó no siéndolo …terminó allí la relación».

 

 Seis meses después, Puente invitó a Lambretón a Miami y viajaron en un jet de una compañía de taxis aéreos del Aeropuerto Internacional de Toluca, de la que el empresario también dijo ser accionista.

 

 El motivo de la visita era una reunión con ejecutivos de Banco Santander, con la intención de que Lambretón diera de alta una cuenta en territorio estadounidense y administrara fuertes sumas de capital.

 

 «Pidió a la gente de Santander esquemas u opciones para invertir en Estados Unidos y me pidió que abriera una cuenta también, que me ofrecía ayudarme con sus contactos en el banco», recuerda.

 

 «Le dije que no tenía recursos en ese momento para abrir una cuenta en Estados Unidos y me pidió que lo hiciera, que él me iba a fondear, siempre y cuando yo le firmara contratos de préstamo como pagarés y demás, a lo cual, a pesar de su insistencia, me negué».

 …y un abogado aconsejó a Gavira lavar dinero con arte

 Ante la dificultad para bancarizar los recursos de los «moches», un abogado de nombre Doménico Lozano recomendó a René Gavira Segreste lavar ese dinero a través de la simulación de ventas de arte, reveló Lambretón.

 

 El testigo colaborador recordó que entre julio de 2020 y parte de 2021 el ex titular de la Unidad de Administración y Finanzas de Segalmex acudía periódicamente a depositar dinero en efectivo a sus cuentas bancarias, producto del porcentaje que cobraba a los proveedores por asignar contratos.

 

 «El algún momento escuché que alguien le recomendó que simulara ventas de arte para justificar el ingreso de esos recursos. Eso lo escuché alguna vez que tomamos café en Polanco, el señor Gaviria, su servidor, y llegaron otros amigos de él para acompañarlo, yo me iba y llegaban otras personas y allí fue, mientras yo pagaba mi cuenta, donde escuché que estaban platicando de esos esquemas de simulación de ventas de arte para justificar los ingresos que había realizado en sus propias cuentas personales en efectivo», relató.

 

 «Uno de ellos era un abogado, un defensor público de apellido Lozano, si mal no recuerdo, se apellidaba Lozano, me lo presentaron como el licenciado Lozano, me acuerdo que el nombre era Domingo, Doménico Lozano, abogado, y él fue quien hizo esta recomendación al señor Gavira», declaró el empresario y ahora testigo protegido.

 

 Si bien Lambretón no identifica el segundo apellido del abogado y tampoco lo refiere como defensor particular, en las investigaciones del Caso Segalmex ya había salido a la luz el nombre del despacho Lozano, Woolrich y Castillo, al que pertenece el litigante Doménico Lozano Woolrich.

 

 El pasado 16 de marzo, en una audiencia judicial, la defensa de Carlos Antonio Dávila Amerena, ex director Jurídico de Segalmex, reveló que René Gavira Segreste hizo a un lado a su área legal y contrató a tres despachos de abogados para instrumentar los contratos por los que presuntamente se desfalcó al organismo gubernamental con 142 millones de pesos en la compra simulada de azúcar.

 

 La defensa de Dávila mencionó en esa ocasión que las firmas de abogados Lozano, Woolrich y Castillo; Diajus y Dimosuv, fueron contratados por Gavira, poco antes del cierre por la pandemia de Covid-19, y que operaron entre enero y agosto de 2020.

 

 

 «Los despachos fueron representantes legales sin el visto bueno de la Dirección de Asuntos Jurídicos, a partir de enero de 2020, y quien los pidió fue René Gavira Segreste», dijo José Luis Romero Díaz, defensor de Dávila, quien al término de esa audiencia fue liberado por falta de elementos.