Rusia anunció este lunes 17 de julio que suspendía un acuerdo de guerra sin precedentes que permitía exportar grano desde Ucrania a países en África, Oriente Medio y Asia.
El vocero ruso dijo que regresaría al programa cuando se cumplieran sus demandas, aunque el país ha exportado cantidades récord de trigo y también ha seguido vendiendo fertilizante.
Así termina un acuerdo mediado el verano pasado por Naciones Unidas y Turquía para permitir que los alimentos salieran de la región del Mar Negro tras la invasión, para llevar alimentos donde el hambre es una amenaza y los altos precios de la comida han sumido a más gente en la pobreza.
El programa ofrecía garantías de que los comerciantes no serían atacados al entrar y salir de puertos ucranianos, y ofrecían excepciones a las sanciones occidentales, especialmente a los productores de trigo, cebada, aceite de girasol y otros alimentos asequibles.
La cantidad de comida enviada y el número de barcos que salían de Ucrania se ha desplomado en los últimos meses, y se acusó a Rusia de limitar la incorporación de más barcos al mecanismo. Mientras tanto, la guerra continúa y los precios de los alimentos básicos rompen récords máximos.