VIOLATORIA DEL T-MEC, LA POLÍTICA COMERCIAL ANUNCIADA POR EE.UU.

  • Académicos indicaron que es incierto el efecto que tendría la medida del mandatario Donald Trump para la economía nacional

Ciudad Universitaria, CDMX, 6 marzo 2025.- Estamos ante una política comercial del presidente Donald Trump que es caótica, violatoria del T-MEC, inhibe la inversión, debilita la relocalización de empresas (nearshoring) y resta competitividad a la región de América del Norte frente a Asia. Lo que sigue para la economía mexicana es la incertidumbre, pero también la oportunidad de replantear su estrategia de desarrollo, coincidieron especialistas de la UNAM.

El marco que rigió el comercio en la región de América del Norte se rompió y eso abre un sinnúmero de posibilidades, dijo Moritz Alberto Cruz Blanco, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas, durante la conferencia de prensa “¿Qué sigue para México a partir de los aranceles impuestos por Estados Unidos?”.

Los efectos reales no se conocen porque el conjunto de medidas tomadas por EUA es para nuestra nación y sus principales socios comerciales como Canadá, China y Europa. Eso dificulta conocer con precisión las afectaciones, expuso.

Recordó que el proceso de apertura comercial ha tenido más desventajas que beneficios para México; se esperaba que el país tuviera crecimiento por la vía de las exportaciones, pero no ha sido así, ya que despuntaron pero no han “arrastrado” al conjunto de la economía.

De ese modo, consideró que esta es una oportunidad para iniciar un camino alternativo, donde se apueste por el sector externo, pero de manera más importante por el mercado doméstico, a través de mayor inversión, de apoyo al sector productivo interno, y de incremento del poder adquisitivo, entre otros mecanismos.

Respecto a la posibilidad de una recesión, aclaró que se requiere saber cuánto tiempo durarán los aranceles o si serán selectivos. Aunque hay ciertos efectos en el congelamiento de proyectos de inversión, es difícil saber si se presentará.

En la sesión, Lorena Rodríguez León, directora de la FE, al dar la bienvenida expresó que vivimos un momento complicado, incluso para la región norteamericana y el mundo, y clave en la historia de la relación entre México y Estados Unidos.

Samuel Ortiz Velásquez, docente de la Facultad de Economía, estuvo de acuerdo en que el neoproteccionismo del mandatario estadounidense debe ser una oportunidad para replantear la estrategia de progreso de nuestro país.

El especialista en organización industrial, política industrial y comercio exterior explicó que con una guerra arancelaria pierde la región de América del Norte frente a Asia. Hay que esperar la llamada de Trump y la presidenta de México, entre otros aspectos, para conocer cuál será el alcance de la medida arancelaria. “Posiblemente estemos ante un acuerdo entre las partes”.

También rememoró que los años de apertura económica, el comercio y la inversión extranjera directa no han impactado en los indicadores de avance de México, ya que mientras el comercio de manufacturas en los últimos 30 años creció a una tasa media de ocho por ciento y esa inversión en cinco por ciento, el producto interno bruto (PIB) y la productividad permanecen estancados.

Para un replanteamiento del modelo de desarrollo, la clave es profundizar la estrategia nacional de industrialización (Plan México) y recuperar empleo en industrias como la textil, calzado o madera, que han perdido casi 250 mil puestos de trabajo. Consumo e inversión deben ser parte de la lectura ante una visión de catástrofe, incluidos los pronósticos de recesión de la economía, en caso de que se materialicen los aranceles de Estados Unidos.

Se asume que si se reduce la inversión extranjera directa y el comercio habrá un efecto en el crecimiento, pero la primera en los últimos 30 años ha representado apenas 2.5 por ciento del PIB, en tanto que la contribución de las exportaciones al crecimiento ha sido de cinco por ciento. “El motor de la inversión fija bruta es la nacional, que en 2023 rozó el 25 por ciento del PIB”.

En cuanto a la revisión del T-MEC, Ortiz Velásquez manifestó que hay que aprovechar la coyuntura y poner sobre la mesa aspectos como la infraestructura común para el progreso y la capacitación de la fuerza laboral, y que el tratado consista en una relación “ganar-ganar” para las partes firmantes.

Al hacer uso de la palabra, Ricardo Ramírez-Hernández, profesor de la Facultad de Derecho, enfatizó que las medidas tomadas por EUA son claramente violatorias de instrumentos suscritos por México, como es el aumento de aranceles en 25 por ciento. Por ello, esa debe ser la primera línea del discurso de nuestra nación: “se violan las reglas que pactamos, en las que Estados Unidos estuvo de acuerdo”.

Esto va más allá de un tema comercial; están relacionados asuntos como migración o narcotráfico, ante lo cual nuestro país debe solicitar que se acelere la revisión del acuerdo para mantener la discusión centrada en el aspecto comercial, y si se quieren cambiar las reglas, que se modifiquen.

Quien hasta hace unos días fuera juez del Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), panelista y asesor de las negociaciones del T-MEC, opinó que un incremento “espejo” de aranceles por parte de México no nos beneficiaría; lo que valdría la pena sería una elevación “quirúrgica”, es decir, en aquello que pueda influir en la administración de Trump para eliminar esa medida impositiva.

A su vez, el profesor de la Facultad de Contaduría y Administración, Juan Álvarez Villagómez, experto en aranceles y comercio exterior, refirió que se trata de una reforma fiscal por parte de EUA, porque aumenta tasas impositivas y amplía la hipótesis de causación del tributo para los productos mexicanos que ingresan a su territorio.

Quizá la manera de afrontarlo sea una contrarreforma de igual calado. Sin embargo, no debe tratarse de una modificación “espejo”, sino una reforma que incluya elementos internos, donde las empresas exportadoras tengan diversificación. Contamos con 46 mercados objetivo en el mundo, mediante 12 tratados de libre comercio. “Se requiere ampliar la política arancelaria que permita llegar a todos ellos”, apuntó.

Bajo la incertidumbre no es posible controlar la política arancelaria de México, pero una reforma fiscal interna en poder del Estado es controlable. “Diversificación, reforma fiscal, evitar medidas espejo, son las palabras clave en este momento”, acotó.

FUENTE: UNAM