Santiago Aguileta
Agencia Reforma
Ciudad de México, 2 marzo 2025.- Aunque el Vaticano tiene leyes y rituales detallados para garantizar la transferencia de poder cuando un Papa muere o renuncia, esto se aplican si está enfermo o inconsciente.
Y no existen normas específicas que indiquen qué sucede con el liderazgo de la Iglesia Católica si un Pontífice queda totalmente incapacitado.
A pesar de que el Papa Francisco sigue hospitalizado en estado crítico debido a una compleja infección pulmonar, sigue en su cargo y está al mando.
La Santa Sede informó ayer que el Pontífice pasó una noche tranquila después de sufrir una prolongada crisis respiratoria un día antes que requirió altos flujos de oxígeno para ayudarlo a respirar.
Sin embargo, la estancia hospitalaria de Francisco plantea preguntas sobre qué sucedería si pierde la conciencia durante un período prolongado, o si podría seguir los pasos de Benedicto XVI y renunciar si se vuelve incapaz de liderar.
La estancia hospitalaria de Francisco suma más de dos semanas, por encima de su internamiento en 2021 para una cirugía que removió 33 centímetros de su colon.
Su edad y enfermedad prolongada han reavivado el interés sobre cómo se ejerce el poder papal en la Santa Sede, cómo se transfiere y bajo qué circunstancias.
La Curia Vaticana
Francisco puede estar a cargo, pero ya delega la gestión diaria del Vaticano y de la Iglesia a un equipo de funcionarios que operan ante su presencia en el Palacio Apostólico o no, y ya sea que esté consciente o no.
El principal entre ellos es el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin.
En una señal de que la hospitalización de Francisco no preveía cambios en la gobernanza de la Iglesia, Parolin estaba en Burkina Faso cuando Francisco ingresó al hospital el 14 de febrero y regresó al Vaticano.
Diversos medios han especulado sobre posibles sucesores en caso de que el Papa Francisco renuncie o fallezca.
Sin embargo, el proceso de elección de un nuevo Pontífice es complejo y reservado, por lo que el resultado final puede diferir de las expectativas.
¿Qué sucede cuando un Papa se enferma?
El derecho canónico tiene disposiciones para el momento en que un Obispo se enferma y no puede dirigir su diócesis, pero no para un Papa.
El canon 412 dice que una diócesis puede ser declarada «impedida» si su líder -debido a «»cautiverio, destierro, exilio o incapacidad»- no puede cumplir con sus funciones pastorales.
En esos casos, la gestión diaria de la diócesis pasa a un Obispo auxiliar, un Vicario general o alguien más.
A pesar de que Francisco es el Obispo de Roma, no existe una disposición explícita para el Pontífice si quedara «impedido».
El canon 335 declara simplemente que cuando la Santa Sede está «vacante o totalmente impedida», nada puede ser alterado en la gobernanza de la Iglesia.
Pero no menciona qué significa que la Santa Sede esté «totalmente impedida» o qué disposiciones podrían entrar en juego si alguna vez lo estuviera.
En 2021, un equipo de canonistas se propuso llenar ese vacío legislativo. Crearon una iniciativa de crowdsourcing canónico para elaborar una nueva ley eclesiástica que regule el cargo de un Pontífice retirado, así como normas que se apliquen cuando un Papa no pueda gobernar, ya sea temporal o permanentemente.
Las medidas propuestas explican que, con los avances médicos, es completamente probable que en algún momento un líder de la Iglesia esté vivo, pero sea incapaz de gobernar.
Además, argumenta que la Iglesia debe prever la declaración de una «sede totalmente impedida» y la transferencia de poder por el bien de su propia unidad.
Bajo las normas propuestas, la gobernanza de la Iglesia universal pasaría al Colegio de Cardenales.
En el caso de un impedimento temporal, nombrarían una comisión para gobernar, con chequeos médicos periódicos cada seis meses para determinar el estado del Papa.
Pietro Parolin Italia 70 años
Luis Antonio Tagle Filipinas 79 años
Fridolin Ambogo República del Congo 64 años
Matteo Zuppi Italia 79 años
Carlos Aguiar Retes México 75 años
José Francisco Robles Ortega México 75 años