Israel Sánchez
Agencia Reforma
Ciudad de México, 20 octubre 2024.- La 24 Feria Internacional del Libro del Zócalo (FILZ), que terminó este domingo luego de 10 días de actividades, será recordada por su declive.
Estands reducidos, pero eso sí, más costosos, y nula posibilidad de participar en un programa, por demás cuestionable dada su inclinación oficialista, es parte de lo que reclaman algunos miembros del gremio de editoriales independientes.
«Nos aniquilaron, nos quitaron, no estuvimos en la programación», lamenta en entrevista telefónica Noemí Luna, directora de Eterno Femenino Ediciones, quien no consiguió ni uno de los seis espacios que solicitó para presentar sus novedades en la feria.
«Nos dijeron que no había espacio porque redujeron las carpas de presentaciones a tres (…) Pero si tú viniste todos los días te darías cuenta de que las carpas tienen tiempos muertos, y que además pusieron mucha música y de muy mala calidad. Entonces, bueno, ¿de qué se trata?», cuestiona, por su parte, Mónica Gameros, directora de Cascada de Palabras.
Ambas editoras figuran entre los más de 550 firmantes de una petición lanzada en Change.org para que la FILZ, cuya organización recayó desde el sexenio pasado en la Brigada para Leer en Libertad A. C., vuelva a ser un encuentro plural e incluyente.
Gameros y Luna, quienes pagaron 3 mil pesos -hace un año fueron 2 mil 250- por un estand de cerca de 2 metros cuadrados dónde exhibir su oferta editorial, recuerdan que anteriormente contaban con un foro destinado sólo para presentaciones de sellos independientes, muchos de los cuales tienen como meta anual participar en esta feria debido a su alcance masivo.
«Si le estamos apostando todo el año trabajando duro en otras cosas -somos docentes, talleristas, hay quienes venden tamales, quienes tienen su taquería, etcétera- para generar algunas novedades para FIL del Zócalo, y que no se visibilice y que no tenga la oportunidad de presentarse, pues imagínate como nos quedamos: tristes», remarca Luna.
Acaso lo más decepcionante del asunto es que el espacio negado a estos sellos que publican a nuevos talentos y nombres menos conocidos terminó siendo para políticos y figuras afines al Gobierno; «cuando nos dijeron: ‘Está todo ocupado’, dijimos: ‘Bueno, va a haber un programón’. Y no», comparte una editora que pidió no ser nombrada para evitar represalias por parte de los organizadores.
«Nos llamó mucho la atención encontrar el primer día de la feria una charla de dos horas entre Gerardo Fernández Noroña y Javier Corral (afines a la autollamada ‘4T’).
«Y no hay problema, pero no es una presentación de un libro o una actividad relacionada con el ecosistema del libro, con la lectura, con la edición. Y duró dos horas. Es decir, en ese ratito pudieron hacerse cuatro presentaciones de libros de una editorial pequeña», contrasta la editora.
Charlas sobre la «Cuarta Transformación» y la proyección de un documental de Epigmenio Ibarra sobre el Tren Maya, ilustran el acento que tuvo la FILZ este año, además del ex Jefe de Gobierno capitalino Martí Batres, «que ahora supuestamente es escritor, cuando lo único que hizo fue una recopilación de frases de AMLO. Es lo más absurdo, es una ofensa para quienes sí vivimos escribiendo», reprueba Gameros.
«Es una cosa que a mí, en lo personal, me parece tremenda, me parece digna de otro tipo de Gobierno con otro tipo de autoritarismo», dice a REFORMA, por su parte, la poeta Melisa Arzate, codirectora de La Chula, foro móvil que estuvo presente en el encuentro.
«Yo prefiero, de verdad, ni ver lo que hay, porque entonces yo dejo de disfrutar mi FIL, la que yo hago acá. Hasta me cuestiono y digo: ‘¿Por qué estamos participando aquí si esto está sucediendo?'», agrega.
Para Arzate, quien relata que en el foro de La Chula concedieron espacio para que algunos sellos presentaran sus títulos, resulta muy clara la separación que los organizadores de la feria han hecho entre voces amigas y quienes no se alinean con el régimen actual, estos últimos por completo excluidos de los escenarios principales.
«En los otros foros no van a estar voces importantísimas de la literatura como Coral Bracho, como Pura López Colomé o como Javier Sicilia, o cualquiera de los poetas que hemos tenido acá», apunta Arzate. «Simbólicamente, esto es el ejemplo de cómo los espacios más importantes de la cultura se le están otorgando solamente a aquellos intelectuales que están alineados».
«Creemos que a lo mejor sería necesario que la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) o la Secretaría de Cultura de la CDMX retomaran algo del control de la feria para que sea, justamente, una cuestión más plural», añade la editora que solicitó el anonimato.
«Que nos regresen nuestro foro, que no nos reduzcan el espacio y que tampoco nos aumenten más el cobro. No estamos pidiendo algo que no nos puedan dar», concluye Luna.
Pero lectores celebran
Con su perrita caniche «Paloma» en brazos todo el tiempo, Ana Bertha Jaimes, de 75 años, escuchaba atenta este domingo la plática del historiador Lorenzo Meyer titulada «Balance de la 4T y el nuevo Gobierno», y antes de eso, una de otro afín: Pedro Salmerón.
«Yo soy seguidora de él, de este señor (Meyer); a Pedro Salmerón lo he escuchado, y me gusta. Me gusta tanto la política que ahí ando, ahí ando», se echa a reír la jubilada que llegó a la última jornada de la 24 FILZ hacia el mediodía, procedente de Azcapotzalco.
«Antes yo no sabía nada, ¿eh?, pero ahora sí me encanta, me fascina. Con decirle que mi familia ya no se acercan a mí porque dicen: ‘Ay, mi mamá, no habla de otra cosa más que de política’. Ni modo, pues me gusta estar enterada de lo que pasa, cómo estamos, cómo está el País y todo eso», continuó.
No es la única que, contrario a las críticas de editores, disfrutó de los contenidos de una feria politizada; «con él, todo es política», decía el domingo pasado el historietista argentino Eduardo Risso acerca de Paco Ignacio Taibo II, titular del Fondo de Cultura Económica (FCE), que tuvo al menos una decena de participaciones en el encuentro dirigido por su esposa, Paloma Saiz.
«Paco está casi todos los días y en todos los foros; presenta libros y entrevista», celebraba, por su parte, Araceli Peguero, de 60 años, quien acudió toda la semana a la feria. «He tratado de estar la mayor parte (de la FILZ) porque las conferencias son buenísimas. Y luego los libros que regala la Brigada me gustan mucho».
«Personalmente, yo soy seguidor de la Brigada, y hacen muchos eventos. La realización de estas ferias permite acercar o poner a estos personajes en la calle, en este caso en la Plaza (de la Constitución)», agradeció, a su vez, Alejandro Orozco, estudiante de sociología de 23 años, quien acudió desde Pachuca sólo para ver a Julio Astillero y a Meyer este domingo.
Ante un concurrido Foro Elvia Carrillo Puerto que lo recibió con un aplauso de pie, Meyer más bien haría un repaso de acontecimientos históricos para explicar cómo se llegó a la «Cuarta Transformación». Una charla sencilla y sin arengas, pero que desató las palmas de la gente con comentarios como: «¿Cuándo fue independiente el Poder Judicial? ¿Cuándo fue honrado?».
«(Vivimos) un cambio positivo que tiene muchas contradicciones, que es lento y que podría ser mejor, sí, pero podría ser peor. Y yo diría que estamos en deuda con Andrés Manuel (López Obrador)», dijo Meyer, y de nuevo resonó el aplauso de la gente.
Ana Bertha ya había partido para entonces, con «Paloma» dentro de una bolsa roja de tela, y uno de los ejemplares de regalo de la Brigada.