Sineli Santos
Agencia Reforma
Ciudad de México 28 septiembre 2024.- Los buenos resultados de Max Verstappen en las primeras 10 carreras del calendario no reflejaban el verdadero estado de Red Bull y Sergio Pérez.
Con las victorias del neerlandés, el equipo de las bebidas energéticas no vio los signos de la caída en el rendimiento de su monoplaza, pues el bajón primero se presentó en el garaje del mexicano.
Tal y como sucedió en 2023, la escudería no le tomó tanta importancia al problema hasta que el tricampeón dejó de ganar a partir del GP de Austria y cuando perdieron terreno frente a McLaren en el Campeonato de Constructores.
«De todos modos, este año es muy complejo y difícil. Esta temporada me ha costado mucho el coche, que, en mi caso, tiene ciertos límites y, por lo tanto, hace que sea difícil obtener resultados realmente buenos.
«Por ejemplo, también es difícil expresarlo con palabras, sobre todo cuando te das cuenta de que tu compañero de equipo puede ganar carreras y que, en realidad, lo está haciendo muy bien. Entonces, ese agujero se hace cada vez más grande», dijo el tapatío a DAZN.
La decisión de los austriacos de mantener a Checo el resto del año y respetar la extensión de contrato que recientemente firmaron hasta 2026, fue la acertada porque no había nadie en el mercado que conociera el bólido y ayudará a resolver los inconvenientes como el azteca.
«Al final, la gente se olvida de la cuestión del contrato. Afortunadamente, a principios de este año pude firmar un buen contrato, así que fue genial. La gente habla de eso con frecuencia, pero afortunadamente no tuve que preocuparme por eso. Después de todo, sé dónde estoy», finalizó Pérez.