Edgar Contreras
Agencia Reforma
Ciudad de México 10 septiembre 2024.- En Estados Unidos, la Selección Mexicana ya no mete goles… ni gente, como ocurrió en el 0-0 contra Canadá.
Y la poca afición que acude al estadio, como hoy en el estadio de los Dallas Cowboys, abuchea al equipo.
Desde la Copa América el Tricolor ya mostraba esa debilidad a la ofensiva; sus delanteros tienen el trabajo más ingrato porque son pocas las ocasiones de gol y muchas las fricciones y el desgaste al que se someten.
Uno de los más solitarios en la cancha fue Santiago Giménez, quien falló su única jugada de gol y alargó así a 14 su racha sin gol, en un Estadio de los Vaqueros de Dallas al que solo acudieron 32 mil 623 espectadores de los 80 mil que le caben, es decir, el 40 por ciento.
Apenas el sábado en Los Ángeles hubo un 27 por ciento de entrada.
Esa Selección que llenaba los estadios en Estados Unidos aunque jugara contra Tahití ahora ve muchos huecos en las gradas. Y cómo no ante partidos como ante Canadá, con 23 faltas de los mexicanos y solo tres jugadas de verdadero peligro, el tiro de Santi Giménez tapado por el portero, el riflazo de Roberto Alvarado bien desviado por el guardameta y un cañonazo de Johan Vásquez que se topó con la humanidad de Alphonso Davies.
México fue un equipo rocoso, ordenado a la defensiva y que cuando fue superado encontró en Luis Ángel Malagón a su salvador, como cuando exhibió sus reflejos tras un cabezazo de Larín.
El Tricolor venció 3-0 a Nueva Zelanda en el debut de Aguirre y ahora se lleva un 0-0 contra Canadá, un partido con más patadas que emociones y así, difícilmente, provocará el regreso de una afición que soportó mucho antes de abandonarla.
El próximo compromiso será el 12 de octubre contra el Valencia, el peor equipo de la Primera División española, en Puebla.