- Ciclo de mesas redondas en el CEPE
- Para Ariel Rodríguez Kuri, “esos atletas son humanos tocados por los dioses del panteón politeísta”
Leonardo Frías Cienfuegos
Foto: Reuters.
El concepto de extranjería, junto a otros tópicos como nación, frontera, banderas, lenguas, además de idiomas e ideogramas, tienen que ver con eso que se conoce como Juegos Olímpicos (JO), que son en realidad un desfile de elementos que con la Universidad en su conjunto tiene vasos comunicantes, así lo expuso Anel Pérez Martínez, directora del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE) de la UNAM.
Al poner en marcha el ciclo de mesas redondas “Las Olimpiadas desde la UNAM”, en el Auditorio José Vasconcelos de dicho Centro, explicó que el tema de la extranjería justo tiene que ver con una larga historia de racismo y de marginalidades que incluso en la misma trayectoria de las Olimpiadas se ha visualizado.
“Además, se relaciona con qué pensamos de los cuerpos, y cómo al olimpismo se le atribuye una cercanía con la paz, cuando en algunos casos se ha apreciado todo lo contrario”, agregó.
Ante esto, resaltó, la Universidad a través del CEPE mira los Juegos Olímpicos desde múltiples disciplinas de manera regular y sistemática con diversas áreas del conocimiento y el arte.
Todo ha estado ahí
Ariel Rodríguez Kuri, integrante del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, indicó que los Olímpicos siempre serán un espejo geopolítico del orbe.
“Todo ha estado ahí, y se ha reflejado en las diversas ediciones: los derechos humanos, las minorías, la lucha por la igualdad de género, fenómenos como el fascismo. Se trata entonces de un espejo imperfecto de lo que pasa en el mundo”, acotó.
Al intervenir de manera remota en la mesa Pensamiento y cultura olímpica: historia(s) entre la cultura y el deporte, el historiador comentó que los Juegos “rompen el tiempo lineal de la modernidad, lo vuelven circular como una reunión programada desde cinco, seis años atrás”.
Es un periodo en el que se nos otorga una autorización para hablar y mirar los cuerpos en competencia a través de la plástica, la estética y la lógica. “Nos concilian o reconcilian con los héroes; esos atletas son humanos tocados por los dioses del panteón politeísta”.
Sobre la controversia generada en la opinión pública a través de las redes sociales digitales por la inauguración de los Juegos de París 2024, consideró que se trata de un reto a la globalización, ya que no necesariamente están dirigidos a un público específico. “Se universalizó un mensaje nuevo y subversivo, veremos cuáles serán las consecuencias”.
La medida del tiempo
Sandra Álvarez Hernández, coordinadora de Bibliotecas y Archivos de la Facultad de Arquitectura, se refirió al surgimiento de las Olimpiadas en el siglo VIII a. de C., situación que específicamente ocurrió en el año 776 a. de C.
“Los griegos consideraban las Olimpiadas como la medida del tiempo. De hecho, los denominados Juegos Panhelénicos se celebraban ya en el solsticio de verano”, explicó.
Estos certámenes surgieron como ceremonias religiosas, en las que no intervenían las mujeres, y los competidores participaban completamente desnudos, donde el olivo, conocido como la planta de Apolo, era el reconocimiento que se les otorgaba.
Como ideas subyacentes prevalecieron, dijo, la noción de cultura y el surgimiento del vocablo “bárbaro”. Los últimos Juegos se llevaron a cabo en el año 393 d. de C., y volvieron hasta 1894, cuando se instaura el formato moderno.
Sobre esto, Axel Germán Elías Jiménez, investigador posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Sociales, aseguró que el recorrido histórico de los JO no ha sido lineal, sino integrado con diversas complejidades.
“Los olimpismos han reunido diversas luchas, y como plataforma se han instalado como una lupa de escrutinio internacional”, concluyó.
FUENTE: UNAM