ÁNGEL DI MARÍA, EL HOMBRE QUE SE NEGÓ A SER CARBONERO

 

Alejandra Benítez                                

Agencia Reforma

 

Ciudad de México 16 julio 2024.- Ángel Di María le debe a su madre su carrera en el futbol, en sus primeros años, cuando su familia le compró unos tachones de segunda mano que su padre remendó con cartones, la que empujó el sueño del «Fideo» para ser futbolista fue su progenitora, quien pedaleaba todos los días en una bicicleta para llevarlo a los entrenamientos con las inferiores de Rosario.

 

 Diana Hernández se quitó el pan de la boca, sacrificó todas sus tardes y siempre creyó en Ángel al que llevaba apenas con un poco de sopa en el estómago y unos pedazos de pan para que pudiera cumplir en los entrenamientos.

 

 Su padre embolsaba carbón y con ello lograba sacar a flote a la familia, que vivía en condiciones de pobreza extrema luego de que un amigo de su progenitor acabara con la economía de la familia Di María, al haber puesto su casa como garantía en un negocio que no funcionó.

 

 Su madre lavaba y planchaba ajeno para completar el dinero que les permitía sobrevivir.

 

 Un pediatra revisó al pequeño Ángel porque era un niño hiperactivo quien a pesar de su corta estatura y su extrema delgadez no paraba de correr de un lado a otro, el galeno fue quien recomendó que lo llevaran a jugar futbol.

 

 Diana, su madre, hizo de todo para hacerse de una vieja bicicleta a la que llamó «Graciela» y en la que trepaba a su hija pequeña en la cesta delantera, mientras que atrás, en un improvisado asiento iba el que sería uno de los mejores futbolistas de Argentina, para acudir a sus entrenamientos que quedaban a unos 30 minutos de su hogar. Con lluvia, frío y hambre, su progenitora jamás dejó de pedalear para apoyar a su hijo.

 

 Ángel combinaba su labor de carbonero con la de futbolista, no le agradaba mancharse las manos y la cara, pero no tenía de otra para apoyar a sus padres.

 

 A los 16 años, su padre presionó, pues el futuro no estaba claro, su entrenador de básicas consideraba que le faltaba nivel para debutar y por ello le puso un ultimátum, o destacaba en el futbol o dejaba el deporte para dedicarse de lleno a apoyarlo como carbonero.

 

 Su madre fue la primera que pidió a su esposo que le diera un año más. En el 2005 debutó con Rosario Central.

 

 Antes de emigrar a Europa y probar las mieles del éxito, Ángel todavía pasó por varias aventuras como la vez que viajó en un avión tipo Hércules, sin asientos y solo con algunos colchones apilados, para trasladarlo a un partido de la Copa Libertadores.

 

 Viajó por 5 horas en medio de la zozobra de que el aeroplano pudiera caerse en cualquier momento por lo viejo y destartalado.

Conquista EuropaEn el 2007 fichó con el Benfica de Portugal, para el 2010 llegó su gran oportunidad con el Real Madrid, de 2014 a 2015 estuvo con el Manchester United, de 2015 a 2022 jugó para el Paris Saint Germain y con la Juventus estuvo del 2022 al 2023.

 

 Con la Selección de Argentina fue un referente; ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2006, y luego vinieron años complicados; en la Copa América de 2011 apenas llegaron a Cuartos de Final, alcanzó dos subcampeonatos en las ediciones de 2015 y en la Copa Centenario y después un tercer lugar en 2019.

 

 Las mieles del triunfo las alcanzó en la justa continental del 2021 y el domingo pasado en la del 2024, proclamándose bicampeón.

 

 En los Mundiales también aguantó años de fracaso como en Sudáfrica 2010 donde apenas les alcanzó para los Cuartos de Final o en el 2018 en el que se quedaron en los Octavos de Final.

 

 Sufrieron en la edición del 2014 al quedarse con el subcampeonato, pero de la mano de Lionel Scaloni finalmente encontraron la redención en el Mundial de Qatar 2022 donde ganaron el título, en uno de los mejores encuentros en la historia de las Copas del Mundo, venciendo a Francia.

 

 Al lado de su gran amigo, Leo Messi, vivió las épocas duras, y por eso los triunfos cosechados en los últimos años les saben a gloria.

 

 El 14 de julio anunció que se retiraba de la Selección Argentina, con 36 años a cuestas y tras lucirse en la justa continental, vivió un emotivo adiós, el cual soñó cual si fuera un guión de película.

 

 Ángel Di María es de esos jugadores que lucharon con todas sus fuerzas para cambiar su destino y darle al futbol un jugador fuera de serie.

 

 

 

@ABenitezCANCHA