Héctor Gerardo Pérez Martínez
Agencia Reforma
Monterrey, NL 24 junio 2024.- México no ha podido capturar todo el potencial del nearshoring, ya que la llegada de nuevos capitales dentro de la Inversión Extranjera Directa total (IED) en la Administración que está por terminar ha sido la más baja de los últimos sexenios.
Los datos contradicen a la narrativa que presume el Gobierno federal, coincidieron expertos.
Durante los primeros cinco años completos del Gobierno de AMLO, del 2019 al 2023, la IED total registrada en México ascendió a 168 mil 911.8 millones de dólares nominales, 6.1 por ciento menos a la de 179 mil 856.2 millones del periodo comparable de Enrique Peña Nieto (EPN), del 2013 al 2017.
Adicionalmente, lo que ha propiciado el alza de la IED son las empresas ya establecidas, que ya tienen todo un ecosistema desarrollado de proveedores y servicios, a través de reinversión de utilidades o cuentas entre compañías, que son los otros dos componentes del indicador.
«Para mí el nearshoring (en México) es una ficción hasta el momento», aseveró Tony Payán, director del Centro México-Estados Unidos en el Baker Institute de la Universidad de Rice.
«Es más fácil para una compañía que ya tiene una instalación ahí expandirse 50 por ciento o duplicar su producción, que para una compañía totalmente nueva, ya sea alemana o francesa, por ejemplo, porque hay mucha incertidumbre».
En particular, las nuevas inversiones, las asociadas al concepto del nearshoring en la contabilidad de la IED, cayeron 9.3 por ciento en los periodos de referencia, muestran datos de la Secretaría de Economía.
Como muestra, la participación de las nuevas inversiones en el total de la IED bajó a 34.8 por ciento con AMLO, desde 35.7 por ciento con EPN y 50.9 por ciento que había alcanzado con Felipe Calderón.
Y la proporción de las nuevas inversiones sobre el total fue mucho más crítica en el primer trimestre del 2024, último datos disponible, que apenas fue del 3 por ciento.
Gabriela Siller, directora de Análisis Financiero y Económico de Banco Base, señaló que la IED nueva en esta Administración es la más baja registrada.
«La IED nueva ha sido la menor desde el periodo de Salinas y contrasta con el nearshoring, porque en realidad lo que estamos viendo es la inversión de empresas que ya están aquí, lo cual es buenísimo, pero nuevas empresas son muy pocas las que están llegando.
«Antes llegaban empresotas nuevas y hacían sus propias plantas y ahora lo que estamos viendo son más bien empresas nuevas, pero medianas, que llegan a un parque industrial».
Por ello la baja disponibilidad de naves en los parques industriales, explicó, donde también se expanden las ya establecidas y sus proveedores.
Payán y Siller coincidieron en que la escasez de energía eléctrica, de agua y de otro tipo de infraestructura han desalentado la atracción de nueva IED, la cual puede caer si se concretan las reformas al Poder Judicial y la desaparición de los organismos autónomos.
«Lo que está sucediendo con el proyecto lopezobradorista, que seguramente va a continuar con Sheinbaum, da demasiada incertidumbre a la inversión porque en su esencia es hostil al sector privado», señaló Payán.
«Es un proyecto que pretende cambiar radicalmente las instituciones mexicanas, el sistema judicial, que para los privados es un sistema neutral, imparcial para dirimir desacuerdos, y sus cambios serían contrarios al Tratado de Libre Comercio y a la protección a la inversión».