Por Edgar Hernández*
Sumida en el desacierto y atrapada en la ignorancia la zacatecana sigue dando tumbos.
No puede con su fama pública.
Tampoco atreve explicación alguna que justifique sus riquezas millonarias presuntamente mal habidas, menos a generar empatía con los veracruzanos que hacen mofa por su desconocimiento de la geografía de la tierra que pretende gobernar.
Bien dice la sorna jarocha que Roció Nahle cuando escolapia siempre se iba de “pinta” y siempre reprobó geografía.
Mientras del otro lado de la tienda Pepe Yunes se mueve con certeza, da tiros de precisión cuando se trata de aclarar paradas, sigue con sus recorridos a mil por hora por los 212 municipios y se compromete con un decálogo de propuestas para rescatar a Veracruz.
Llama la atención en el candidato ciudadano el tema de la salud pública: su compromiso en con las “vacunas y medicinas para los veracruzanos”; su propuesta regresar los programas de salud, y su empeño por “Rescatar al laboratorio de salud pública para que desarrolle vacunas y medicinas de alta calidad para nuestra gente”.
Y desde luego hacer justicia en esta materia.
Alguien tendrá que pagar por la muerte de los niños con cáncer; se llamara, ya siendo gobierno a quienes medraron con las medicinas hasta por un monto que en su momento alcanzó, según denuncia pública, los mil millones de pesos.
Se pedirá al exsecretario de salud, Roberto Ramos Alor hoy en busca de fuero, rinda cuentas ante sus corruptelas manifiestas; el nepotismo (hasta al novio metió), y que explique por qué acudió a la brujería para “salvar” la salud pública de ocho millones de veracruzanos.
Con el nuevo gobierno no habrá más hospitales sin servicios elementales como elevadores, medicinas, avituallamiento médico, limpieza y buen trato.
Habrá basto de medicamentos y personal altamente calificado que atienda a todos por igual.
Dice el gobernador Cuitláhuac García que en 5 años trasformó la salud pública de Veracruz.
Tiene razón.
Mas de 18 mil muertes dejó la pandemia; en un lustro no se pudo combatir el dengue; regresaron enfermedades y contagios por décadas desterrados como la lepra y viruela.
Veracruz, y estos lo señala una amplia investigación de la UV, es uno de los estados con mayores problemas de salud pública.
Esto se refleja de manera dramática en el valor que alcanza la “Esperanza de Vida”, que es un indicador de la calidad de vida lo cual lo ubica en el lugar 31º entre los estados con peor situación en salud.
A mayor abundamiento se observa asimismo que la “Tasa de mortalidad infantil en menores de un año” es de 16.03 ubicándolo en el lugar 29º entre los de peor situación a nivel nacional.
Otro indicador asociado a la pobreza de la población y a la escasez de recursos públicos aplicados a la salud pública y a la provisión de agua potable, es la “Tasa de Mortalidad por enfermedades diarreicas”.
Ese es solo la mínima parte del escenario de salud pública.
Para ello que Pepe Yunes se ha comprometido a elevar el nivel y atención a la salud, adquirir equipo de punta y, lo más importante, que todos los veracruzanos tenga acceso a los servicios de salud.
No es tiempo de pleitos de verduleras, sino de compromisos.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo