- A 30 años de la muerte de Kurt Cobain.
Jacqueline Ponce León
Agencia Reforma
Ciudad de México 5 abril 2024.- Aún resuena, 30 años después, el balazo que se dio Kurt Cobain en su casa, en Seattle, cuando su carrera musical, al frente de Nirvana, se había disparado a las nubes.
Esa es la versión oficial, porque su partida está rodeada de misterios, de teorías que pretende aclarar Moments That Shook Music: Kurt Cobain, nuevo documental que mostrará crudos relatos sobre los días que rodearon aquel momento, a cargo de la BBC.
Pese a que todos los indicios llevaban a su suicidio, al desclasificar el informe de la FBI, sus fans sospecharon de un asesinato como venganza de su esposa, Courtney Love. En el lugar de los hechos se encontraron dos cartas escritas por Cobain de su puño y letra, pero ninguna menciona su deseo de quitarse la vida.
Durante sus últimos años, Cobain, quien tenía 27, luchó contra la depresión y la adicción a las drogas. En 1994, mientras estaba de gira en Roma, sufrió una sobredosis y fue hospitalizado. De vuelta en Estados Unidos, se le llevó a rehabilitación a Los Ángeles; sin embargo, escapó y tomó un vuelo de regreso a casa en el que coincidió con Duff McKagan, bajista de Guns N’ Roses, quien tiempo después se lamentó porque quizás podría haber hecho algo por salvarle la vida.
El 8 de abril de ese año, un electricista llegó al domicilio de Cobain para instalar un sistema de seguridad. Horrorizado, descubrió su cadáver. La autoridad determinó después que el rockstar habría cometido suicidio unos tres días antes, el 5, con un arma de fuego. Aun así, la hipótesis del asesinato sigue abierta, y por ello la BBC presentará este documental, de Josh Osbourne, fundador de Touchdown Films.
El filme, que saldrá el 13 de abril, incluye las declaraciones de dicho electricista y de policías que trabajaron en el caso luego de su fuga de rehabilitación, entre otros, así como imágenes capturadas por fans que quedaron devastados por el deceso. Asimismo, muestra imágenes de archivo nunca antes vistas en la televisión británica y una grabación de Love leyendo, ante una multitud en una vigilia en Seattle, la última carta escrita por su marido. Como extra, una entrevista que el propio Cobain brindó meses antes de morir.
«La única manera de tener una verdadera idea de lo que pasó es presenciarlo de primera mano, y eso es exactamente lo que hace esta película: nunca te permite mirar hacia otro lado», dijo Osbourne, también productor y director del documental, en un comunicado.
VOZ GENERACIONAL
Cobain sigue siendo un icono del grunge y la voz de toda una generación, pues supo conectar gracias a unas letras honestas, cargadas de melancolía y soledad.
Nirvana tuvo un debut discreto, en 1989, con Bleach, álbum que equilibraba ruido pop y las distorsiones características del rock pesado.
Después, cuando las listas de popularidad las dominaban figuras como Michael Jackson (Dangerous), Bryan Adams (Waking Up the Neighbours), R. E. M. (Out of Time) y Metallica con su disco homónimo, mientras nacía Pearl Jam con su aclamado Ten y moría Freddie Mercury, cantante de Queen, Nirvana sacudió al mundo con su segundo trabajo, Nevermind, y un video que le dio la vuelta al mundo: «Smells Like Teen Spirit». Era finales de 1991 y MTV detonó la bomba.
Con su polémica portada, de un bebé desnudo en el agua, y de la mano de temas como «Lithium» y «Come As You Are», el disco del grupo se instaló en la cima de los charts sin que Cobain (voz y guitarra), Krist Novoselic (bajo) y Dave Grohl (batería) lo pretendieran. Ingresó por primera vez al ranking de Billboard y vendió más de 30 millones de copias en todo el mundo.
El vocalista acabó odiando cantar en vivo «Smells.», pues ya lo consideraba como un tema muy «comercial». A veces llegaba a tocarlo mal, sin ganas, o dejaba de incluirlo.
«Probablemente Kurt quería vender 20 millones de discos y estar en la banda más grande del mundo, pero estoy seguro de que no quería cargar con el peso que venía con él», dijo Grohl, quien a raíz de la muerte de su amigo fundó Foo Fighters, en 1995, y también ganó prestigio como frontman.
MUCHA INFLUENCIA
The Beatles fue una influencia musical vital en Cobain. Sentía admiración por John Lennon y hasta admitió que su canción «About a Girl» estuvo inspirada en su estilo. También creció con bandas de punk rock como The Clash (Combat Rock), Sex Pistols (Never Mind The Bollocks, Here’s The Sex Pistols), Black Flag (My War), MDC (Millions Of Dead Cops), Ramones y Bad Brains.
Lo cierto es que el sonido de Nirvana estuvo permeado por el rock de los 70, como Led Zeppelin, Queen, Kiss y Black Sabbath. Sonic Youth, banda de la que era amigo, le ayudó a conseguir su contrato discográfico, y hasta los Pixies, con su disco Surfer Rosa (1988), contribuyeron al momento de componer «Smells.».
A su vez, Neil Young, «Padrino del Grunge», se identificó con Cobain porque ambos padecieron las exigencias de la fama. Tras enterarse de su muerte, quedó tan conmovido que grabó «Sleeps With Angels», del material homónimo, en su honor. El líder de Nirvana respetaba profundamente a su viejo colega.
Otro a quien Cobain le cambió la vida es Win Butler, vocalista de Arcade Fire: cuando escuchó Nevermind, éste cambió toda su interacción social cuando estudiaba la secundaria, pues se percató de que los hogares disfuncionales eran algo común.
Billie Joe Armstrong, líder de Green Day, llegó a apodarlo «el John Lennon de mi generación». Cuando emprendía su primera gira, allá por 1990, encontró graffitis de Nirvana en varios antros en la costa oeste de EU, un año antes de conquistar la fama.
EXPLOTAN LEGADO
Nirvana publicó 15 discos, incluidos tres álbumes de estudio que vendieron unos 66 millones de copias en el mundo, cuatro recopilatorios y varios en directo. Bleach (1989) desplazó 6 millones de unidades (la gran mayoría, tras el éxito de Nevermind, con cerca de 35 millones a nivel internacional). Su último disco, In Utero (1993), llegó a los 15 millones.
Según Eric Erlandson, guitarrista de Hole, banda de Courtney Love, antes de morir, Cobain preparaba un álbum como solista. Su guitarra acústica Martin D-18E, con la que tocó en el MTV Unplugged in New York, fue adquirida por Peter Freedman, magnate australiano, por 6 millones de dólares en una subasta en Beverly Hills, en 2020.
La fortuna del ídolo, tanto por bienes materiales como por regalías y otras ganancias, fue valuada en más de 350 millones de dólares. El 50 por cierto la heredó su única hija, Frances Bean, hoy de 31 años; también le corresponde el 95 por ciento de los derechos publicitarios. Actualmente, según People, percibe unos 100 mil dólares al mes gracias al legado de su padre.
Por su parte, Love, su viuda, fue acreedora al 40 por ciento de la herencia, mientras que el 10 por ciento restante fue repartido entre otras personas allegadas a Cobain.