Pedro Peñaloza
“En estos días sólo puede ser optimista un gran cínico”.
Milan Kundera
Si había alguna pequeña duda del carácter cosmético de las propuestas de Claudia Sheinbaum, y de un supuesto desmarque de su campaña con el gobierno de López Obrador, su postura frente a la convocatoria del Episcopado Mexicano la dibujó de cuerpo entero.
En efecto, al deslindarse del diagnóstico, “Compromiso Nacional por la Paz”, ratifica su papel de legitimadora del desastre en que está el país por obra de su inventor y coordinador de campaña. Está clarísimo.
Afirmar que “el país no está militarizado” es un monumento a la ceguera o, mejor dicho, un claro mensaje de que ella reproducirá el militarismo, que no la militarización, lo cual no es lo mismo. Es decir, mantendrá los negocios del ejército, su presupuesto y su enorme poder político.
También negó que el país esté en un espiral de violencia y con una estrategia fallida en seguridad: “no comparto la evaluación pesimista del momento actual […] tampoco coincido con la visión que prevalece del miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre, ni el señalamiento de que la Guardia Nacional (GN) está militarizada”.
¡Ver y leer para creer! Hoy las fuerzas castrenses tienen 227 funciones de carácter civil y manejarán este año más de 437 mil millones de pesos, más que la SEP o Salud, sólo por debajo de la Secretaría del Bienestar (Maritza Pérez y Rolando Ramos, El Economista, 10/10/2023). Y qué decir de la GN, cuya composición es de más de 90% de elementos provenientes de las fuerzas armadas.
Asimismo, negó la parte del documento donde afirma, que “ha aumentado en México la delincuencia común, alimentada por la marginación y la búsqueda de reconocimiento y justicia social…”.
Por supuesto, no le quedaba otra, lo anterior cuestiona el discurso sexenal, el cual sostiene que “se atacan las causas”. Aunque, en realidad, se distribuyen pequeñas aspirinas que no trastocan las raíces estructurales que disparan las violencias, la exclusión y el delito.
Sheinbaum se lanzó a decir: “los homicidios dolosos están disminuyendo”. Aunque los datos indican que cada 15 minutos hay un homicidio en el país, 94 en promedio diario y 181 mil 384 en lo que va del gobierno (TResearch, La guerra en números).
La felicidad que proclama reiteradamente la candidata de Palacio, no es más que una simulación. Ella no va a modificar nada que trastoque el modelo de López Obrador y los militares. No está para eso. Su función es resguardar la política de su jefe, ese es el verdadero “segundo piso de la 4T”. No más.
@pedro_penaloz