Edgar Contreras
Agencia Reforma
Ciudad de México 8 marzo 2024.- Necaxa venció 3-1 al Atlético de San Luis en un partido que dejó estampas para la posteridad.
Para empezar, entre el empate de los potosinos y el gol de la victoria de los Rayos transcurrió solamente minuto y medio, en tiempo de reposición de la primera mitad.
Después, porque José Antonio Paradela tuvo una falla candidata desde ahora a lo peor del torneo, cuando solo tenía que empujar el balón a la red.
Finalmente, porque el juvenil Jonantán Villal entró al 57′, seis minutos después se ganó una amarilla por un clavadazo y al 63′ recibió la segunda cuando le ganó la ansiedad y jaló del jersey a un rival en la media cancha. Estaba tan desconsolado que hasta su técnico Gustavo Leal lo abrazó y dio palabras de aliento.
Necaxa se adelantó en el marcador con anotación de Diego Gómez al 29′, luego de que Braian José Samudio le bajara la pelota.
Samudio ni siquiera era titular, pero entró al 16′ por el lesionado Ricardo Monreal.
Él fue el autor del gol del segundo gol con un cabezazo picado y colocado, poco después de que Aldo Cruz igualara el partido.
Al 90’+3′, Necaxa aprovechó los espacios que dejó el rival y desde la media Édgar Méndez se fue en un mano a mano, en el que dribló al portero y hasta paseó a un zaguero, para el tercero de la noche.
El español se quitó la playera para mostrar su nombre y número a una enloquecida afición. Festejo a lo Lionel Messi.
Lo peor para el club potosino es que en las gradas estuvo el patrón Miguel Ángel Gil, CEO del Atlético de Madrid, dueño del cuadro mexicano.
Necaxa es séptimo con 18 puntos, mientras que San Luis marcha decimotercero con apenas 10 unidades.