ECUADOR DECLARA ESTADO DE EXCEPCIÓN


·         Ecuador ha decretado estado de excepción en respuesta al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

El presidente Guillermo Lasso ha anunciado tres días de luto nacional y la imposición del estado de excepción, lo que ha llevado a la movilización de fuerzas militares en todo el país. Fue la respuesta inmediata al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el día de ayer. Mientras tanto, seis individuos han sido detenidos en diversas operaciones en diferentes sectores de Quito.

El presidente Lasso ha responsabilizado a miembros del «crimen organizado» por el ataque y ha emitido una firme advertencia de que enfrentarán todo el peso de la ley. Afirmó: «Este crimen no quedará impune».

Fernando Villavicencio, un ex periodista de 59 años y figura centrista conocida por exponer varios casos de corrupción, había reportado recientemente amenazas contra él y su equipo de campaña. Fue fatalmente tiroteado al salir de un complejo deportivo en la parte norte de la capital después de liderar un mitin.

«Esto, creo yo, es la hora más oscura para la democracia ecuatoriana en décadas», comentó el ex vicepresidente Alberto Dahik (1992-1995) en una entrevista con The Associated Press. Enfatizó que la muerte de Villavicencio representa un golpe que plantea una amenaza a la democracia ecuatoriana.

Villavicencio, el candidato de los movimientos «Construye» y «Gente Buena», era uno de los ocho contendientes en las próximas elecciones anticipadas en Ecuador. La nación, que en décadas pasadas fue un refugio de paz en Sudamérica, ha experimentado cambios en los últimos años debido a conexiones con cárteles mexicanos y colombianos.

Después del ataque que resultó en nueve heridos, incluido un candidato a asambleísta y dos policías, funcionarios de varios organismos estatales se reunieron con urgencia en la sede presidencial. Diana Atamaint, la titular del Consejo Nacional Electoral (CNE), declaró el jueves que las fechas de las elecciones «permanecen inalterables».

El asesinato de Villavicencio ha sacudido a Ecuador hasta su núcleo, planteando preocupaciones sobre el futuro de su democracia y la seguridad de sus candidatos políticos.