Vicente Flores Hernández
Agencia Reforma
Ciudad de México18 enero 2024.- El crimen organizado expandió el uso de narcodrones modificados para aumentar el terror e intimidación contra la población, autoridades y rivales, además de que también incursionó en la fabricación de ojivas para armas de alta letalidad.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) registró un auge en el hallazgo de explosivos de fabricación «casera», principalmente en Michoacán, Guerrero, Jalisco y Zacatecas, donde la delincuencia azota a los productores con el cobro de piso.
En Michoacán, autoridades federales encontraron talleres de construcción de ojivas, que son la parte delantera de proyectiles de alta potencia.
En los sitios, de acuerdo con sus reportes y fotografías, han hallado equipos de alta tecnología identificados como centro mecanizado.
Los soldados confirmaron un aumento en la localización de drones modificados, al pasar de un promedio mensual de 112 en 2022 a 126 en 2023.
En 2021, el uso de esos artefactos no figuraba en el radar y en informes militares.
«En Guerrero y Michoacán se focaliza la atención. Hemos encontrado una gran cantidad de artefactos modificados con tubos en los que colocan los explosivos (pólvora) y tuercas como metralla», dijo a REFORMA un mando militar consultado sobre los decomisos.
En Michoacán, en los últimos días, la Sedena ha localizado dos laboratorios de explosivos en La Huacana, una situación inédita para el Ejército.
«Son los primeros laboratorios clandestinos de explosivos para drones y ojivas, la actividad no tiene referente», añadió el informante castrense.
En Zicuirán, las autoridades localizaron 117 artefactos, cargas explosivas, metrallas, botellas para elaboración de bombas molotov, más de 100 kilos de explosivos y mil 680 precursores hechizos.
De igual forma, encontraron material diverso para fabricar granadas de mortero y cargas de propulsión, así como 11 litros de ácido muriático y papel aluminio para los artefactos, entre otros objetos.
Los uniformados también reportaron que en la población de Cupuán del Río fue asegurado un centro para la elaboración de explosivos improvisados para uso en drones.
Autoridades refieren que en la región opera el llamado «Cártel de La Huacana», que supuestamente lidera Miguel Ángel Gallegos, alias «Migueladas», que libra una pugna con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de ese territorio.
El académico Ghaleb Kramer alertó que el uso de drones, especialmente aquellos equipados con explosivos, puede tener un fuerte impacto psicológico, tanto en las fuerzas de seguridad como en la población civil, generando miedo y desestabilización.
Resaltó además que la tecnología es relativamente accesible y de bajo costo, en comparación con otras armas utilizadas.
El experto refirió que el uso de drones con explosivos tienen un antecedente desde la primera guerra del Golfo hasta el conflicto actual en Ucrania.
«Las tecnologías y métodos militares han migrado a las manos de insurgentes, terroristas y actores criminales», afirmó el especialista.