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Agencia Reforma
Buenos Aires, Argentina 14 diciembre 2023.- Un día después de que el Gobierno ultraliberal de Javier Milei anunció una serie de medidas económicas para intentar darle estabilidad a Argentina, como la devaluación de la moneda en 54 por ciento y el fin de subsidios, la angustia entre la población no hizo más que crecer.
Julia González no sabe cómo hará ahora para costear los traslados en tres autobuses y un tren hasta su trabajo en el centro de la capital. Lucía Pergolisi llora porque su mejor amiga ha sido despedida de su puesto en un Ministerio gubernamental. Hilario Laffite admite que tendrá que remarcar una y otra vez los precios en el negocio donde atiende.
Argentina reportó ayer una inflación de 12.8 por ciento en noviembre, la más alta de todo el año, y una variación interanual de 160.9 por ciento, en la última medición en la que se vio implicada la pasada Administración del peronista Alberto Fernández.
María Mamani camina por un supermercado en Buenos Aires cargada de etiquetas con nuevos precios para remarcar productos, ante el impacto de las primeras medidas del «plan de shock» de Milei.
«Estamos aumentando los precios», dijo la mujer.
«Muchas cosas se están empezando a disparar y lamentablemente eso puede durar hasta 6 o 12 meses más».
En una tienda cercana, lo mismo: los precios subieron entre 20 y 60 por ciento.
«Tienes que trasladar (el aumento) al cliente, no queda otra», explicó el gerente de otro comercio, Miguel, que prefirió no dar su apellido.
«La semana que viene va a volver a aumentar todo».
Tres días después de asumir el poder, Milei, un economista de 53 años que durante la campaña blandía una motosierra para simbolizar su idea de recortar el gasto público, inició la «terapia de shock» que cree que sacará a Argentina de la crisis.
Propone realizar un ajuste fiscal equivalente a 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
La nueva Administración no oculta el hecho de que el país estará peor antes de ver una mejoría.
«A este Gobierno no le han dejado un paciente con un dolor de muelas, hemos encontrado un paciente en terapia intensiva a punto de morirse. No estamos dispuestos a que se muera», reiteró ayer el portavoz del oficialismo, Manuel Adorni.
Las medidas van desde una devaluación de la moneda hasta un recorte de los generosos subsidios al transporte, energía y al combustible, y la suspensión de la obra pública. También se realizaron despidos de trabajadores estatales y se redujeron Ministerios.
El objetivo es recortar unos 25 mil millones de dólares de gasto público, 5 por ciento del PIB del país, en un intento por revertir un déficit fiscal crónico en la tercera economía más grande de América Latina.
Aunque preocupados, muchos argentinos en la calle están resignados, conscientes de que Milei ganó por sus promesas de ajustes.
«Va a ser complicado para todos porque apenas llegamos a fin de mes», lamentó Camila Heig, una estudiante de 18 años con tres empleos.
«Para ver un cambio a mejor en la Argentina, vamos a tener que soportar unos meses duros».
Jorge Martínez, que se disponía a salir de una estación de tren a donde había llegado en horas de la mañana, confió en que el nuevo Presidente argentino será capaz de resolver los problemas.
«Si ponemos todos un granito de arena, vamos a salir; tengo esperanza en este Gobierno, si no tenés esperanza chau, estamos muertos», dijo Martínez, de 64 años y quien trabaja como pintor.
Borra decreto de Fernández
El Gobierno argentino de Javier Milei derogó ayer un decreto que impuso Alberto Fernández antes de terminar su mandato para que él y su familia tuvieran custodia de por vida, incluso fuera del país.
«¡Se terminan los privilegios de la clase política! Vamos a una Argentina austera. Basta de gastos inútiles y privilegios para pocos que pagamos todos», anunció esta tarde la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En un posteo en X, la funcionaria compartió el documento que acredita la correspondiente derogación.