Hoy inició la venta de boletos para la Final de Vuelta entre América y Tigres en el Estadio Azteca y como era de esperarse, la preventa para aficionados abonados resultó ser un caos.
Las taquillas del Coloso de Santa Úrsula abrieron sólo para abonados y aficionados con membresía azulcrema, pero los revendedores hicieron acto de presencia.
Las filas comenzaron a colapsar con el pasar de los minutos, lo que provocó peleas entre policías, aficionados y revendedores. Hubo portazos y varios conatos de bronca durante la venta.
Horas más tarde, el equipo capitalino informó que la Preventa Azulcrema se agotó; se espera que haya más boletos el día jueves, cuando sea la venta general vía internet.