Pedro Peñaloza
“Por cada nueva altura que
alcanzamos,
nuevos y más desconcertantes peligros
nos amenazan”.
Arthur Miller
Recientemente el ciudadano presidente López Obrador
denunció que existe una campaña “perversa”, para acusarlo de atentar contra la
candidata que se perfila de la oposición, Xóchitl Gálvez, así lo dijo en La
Mañanera: “en caso de que le suceda algo a un periodista o a un candidato a la
presidencia la culpa será mía”. ¿Por qué declara esto?
Para sustentar sus dichos, el inquilino de Palacio
señaló a algunos periodistas como los promotores de la presunta campaña. Es
importante colocar estas palabras a partir de las variables endógenas y
exógenas que podrían preparar un posible peligro, específicamente contra
Xóchitl Gálvez.
Para fines metodológicos, y con el objeto de
superar el desplante superficial del tabasqueño, es conveniente recordar un
suceso que impactó la vida política de México. Nos referimos al asesinato del
candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, en 1994. En este caso,
estaba claro que había un segmento de la clase política dominante que no estaba
de acuerdo con el ungimiento del abanderado sonorense.
Colosio había decidido romper la sumisión que
ejercía el candidato con el Presidente de la República y las formas cortesanas
que sellaban esa tradicional relación. Hubo varios hechos que lo constataron.
Ante la “ insubordinación” de Luis Donaldo, se inventó la celada en Lomas
Taurinas y con ello se satisfizo a los “inconformes” por su candidatura. Y en
la fúnebre comedia se inventó al “asesino solitario”. Hasta la fecha, pocos
creen esa versión.
Por supuesto, en el caso de Xóchitl las variables
son distintas y es otro el contexto. Sin embargo, también estamos frente a un
ambiente político contaminado. Aquí hemos presenciado la violación al secreto
fiscal y la avalancha de todo el poder del Estado contra la casi segura
abanderada opositora. Ha sido el presidente quien llenó de improperios y
acusaciones a Gálvez, lo que le valió ser amonestado por el INE al intervenir
en temas electorales.
El tabasqueño dio el banderazo para que los
simpatizantes, fanáticos y burócratas afiliados a Morena, comiencen una intensa
campaña para replicar calumnias y golpes bajos. La ofensiva contra la
hidalguense crecerá más cuando sea oficialmente candidata. López Obrador tiene
todos los instrumentos institucionales, legales e ilegales para golpearla. Por
ello, suena raro que el inquilino de Palacio se exculpe de un posible atentado
contra Xóchitl Gálvez. No se haga el disimulado ciudadano presidente, usted
inició el linchamiento. Como en el caso de Colosio, la lucha por el poder no
tiene sentimientos. Únicamente faltaría el “asesino solitario”. Los fanáticos
sobran. Están listos.
@pedro_penaloz