Francisco Ortiz
Agencia Reforma
Ciudad de México 26 noviembre 2023.- Hastiado de la polarización política, el escritor Francisco Martín Moreno dio un giro a su narrativa y trabajó en una novela de condición humana, alejada de la ficción política y de la historia.
Después de las novelas Ladrón de Esperanzas y México Roto, así como el compendio de ensayos Naufragio de México, donde el eje argumental es el momento político que vivimos bajo la figura de Andrés Manuel López Obrador, en su nuevo libro Dime que no es cierto el autor borda otro ambiente.
«Tengo una treintena de novelas de materia histórica y política, también social y educativa, pero entonces pensé explorar otro tema y no sabes qué deleite. Dime que no es cierto es una novela libre, sin hilo conductor histórico o político.
«También lo hice porque estoy verdaderamente harto de la toxicidad política, y decidí regalarme un espacio profesional para hacer algo distinto», reflexiona el autor, en entrevista.
¿Y de qué viene la trama? ¿Cuál es el eje argumental?
Se trata de un magnate que un día le dice a un amigo, oye: ‘¿por qué no vas a ver a una bruja? Es que yo fui y fue una maravilla, rompe con la rutina’. Va a ver a la bruja y entonces le tiran el Tarot, se escandaliza la bruja y le dice: ‘mi hijito, tu mujer te engaña con otro hombre hace año y medio’. Entonces sale furioso y le reclama al amigo, quien le recomienda ver a otra bruja para que le lea y le confirma que su mujer lo engaña, y enloquece.
Entonces pierde el juicio, empieza a seguir a la esposa, le pone detectives, le hackea las cuentas del celular, la checa por todos lados, hasta que ella se de cuentas, y un día revienta, truena con los celos de él. Y ahí comienza toda una trama tremenda, y hay discusiones de toda naturaleza, y sobre todo empieza la venganza, que es lo que la mueve. Quien trama una venganza o ejecuta una venganza, al mismo tiempo está cavando dos tumbas, la de la persona que lo lastimó y tal vez también la de él, porque la vendetta al estilo de los sicilianos tiene muchas consecuencias.
¿No temes que tu público vaya a extrañar la línea de tus trabajos anteriores o es una pausa para darle algún mensaje a la gente?
La respuesta me la dio una mujer en la librería del Aeropuerto de la Terminal 2. Estaba curioseando libros y llegó una señora que viajaba a Cancún y le dice al vendedor: ‘¿qué novelita me recomienda?’ El vendedor le responde: ‘mire, ahí está Martín Moreno, en una de esas hasta le dedica un libro’, y le propone México roto, donde está en la portada López Obrador de espaldas y al fondo se ve Palacio Nacional. Ella responde: ‘no, no, no, ¿cómo cree que yo voy a irme a leer la vida de este monstruo? ¿no ve cómo está destruyendo nuestro país?’.
Entonces se dio cuenta la señora que yo la había escuchado. Y vino a decirme que el problema no era conmigo, sino con el Presidente de México. Escogí dos libros de historia que no tienen nada que ver con la política, se los dediqué y se fue encantada. Pero para mí fue un estudio de mercado. Pensé que si salía con un tercer libro, porque el primero fue Ladrón de Esperanzas y luego fue México roto, si ahora saco otro tercer libro -que además ya sé cómo le voy a poner, se va a llamar Se los dije-, entonces pensé: ‘ahorita no voy a hacer eso, porque la gente está hasta acá’. Así es que si yo me regalé un caramelito, le quiero regalar muchos caramelitos a mi público, también para que descansen como descansé yo, metiéndonos en una temática completamente distinta, donde hay pasiones, hay arrebatos, hay traiciones, hay venganza, hay rencor, y como se asimila todo esto.
¿Cómo insertarnos como ciudadanos hacia el 2024, alejándonos de la polarización?
Hoy en la mañana nos levantamos con la noticia de que de 500 diputados, 470 querían reelegirse. Yo creo que aquí tenemos un tema muy importante. Ya con independencia de que creo que va a ganar o debe ganar Xóchitl, pero si no ganara Xóchitl, lo que importa es que tengamos un Congreso en donde la Oposición tenga la mayoría calificada. Pero si se van a reelegir 470, de los cuales una inmensa mayoría son de Morena, que son los que votaron por la destrucción de México, entonces les vamos a regalar otra vez la mayoría calificada. A donde voy con mi argumento es que es muy importante que el electorado sepa en qué sentido votó cada uno de sus diputados.
Pero si partes del supuesto que la mayor parte de la ciudadanía no conoce el nombre de su diputado, de la misma manera que tampoco conoce el nombre de los maestros de sus hijos, hay una fractura política y educativa. Entonces, mientras no sepamos en qué sentido votaron, pues vamos a repetir el error. Si estos van a hacer campaña para reelegirse, y tú ignoras, tú elector, ignoras que votaron en este sentido, y en este sentido, y en este sentido, y bueno, pues entonces vas a reelegir, te vas a picar los ojos.
Entonces yo creo que lo que nos corresponde a nosotros como diario, lo que nos corresponde a nosotros en el periodismo, es informar, que es lo que estamos haciendo, pero informar masivamente para decir, estos sujetos que se quieren reelegir, hicieron esto y esto y esto. No los reelijas, porque lo que queremos es tener la mayoría calificada, porque si no tenemos la mayoría calificada el año que entra, entonces, ¿qué es lo que va a suceder? Que bueno, vamos a facilitar el camino hacia la dictadura, hacia la tiranía. ¿Por qué? Porque el Presidente va a poder cambiar, o la señora Sheinbaum, si es que gana, van a poder cambiar la Constitución a su antojo. Ahora tenemos la mayoría calificada, y esto ha impedido que prospere una gran cantidad de reformas, pero lo que importa es que, la mayoría calificada la perdían en 2021, no podemos permitir que la recuperen en el 2024, porque de aquí para adelante, en la nueva administración, quien sea Presidente de la República, va a nombrar a cuatro Ministros de la Corte. Si esos cuatro Ministros de la Corte no son de la Oposición, entonces, nos la estamos jugando de una manera grave, porque si perdemos la mayoría calificada, y por otro lado, llegan cuatro ministros de Morena, este País se acabó.
Es decir, no podemos permitirlo, por eso para mí es tan importante que estos 481 diputados, o los que hayan sido, que se quieran reelegir, primero, hay que purgarlos, y que la ciudadanía, antes de votar, se informe de por quién está votando, porque igual ya se les olvidó, o no lo conocen. Para mí la clave está en esta noticia que salió el día de hoy, de todos los diputados que se quieren reelegir. Es clave que sepamos por quién vamos a votar.
Tú en lo personal, ¿cómo has transitado este episodio que ha sido el Gobierno de López Obrador?
Mira, el Presidente me ha agredido en una gran cantidad de ocasiones, pero yo nunca le he contestado, ni pienso contestarle. Tengo otras cosas que hacer, que darle el juego y que empecemos a discutir entre él y yo, o que me desmienta, o yo lo desmienta, o como tú quieras que sea. Yo prefiero dejarlo de ese tamaño y continuar con mi trabajo. Yo voy a continuar, si el periódico REFORMA me sigue aceptando, como hasta el día de hoy, voy a seguir criticando esto, porque me doy cuenta que nuestro País está corriendo un gravísimo peligro que no corríamos desde la época de la Revolución.
Entonces, creo que es importante que todo el mundo esté informado, y yo desde mi pequeño espacio voy a seguirlo haciendo. Que el Presidente me agreda o que deje de hacerlo, es algo que para mí es absolutamente irrelevante. Yo no lo tomo en cuenta, no es mi papel. Mi papel sí es informar, advertir, criticar, y con todo el respeto del mundo, porque yo no recurro a las malas palabras, porque estoy convencido que quien recurre a los insultos es que carece de argumentos. Yo quiero tener argumentos y no insultar, pero sí me doy cuenta del peligro que corremos.
Yo salgo muy tranquilo, porque el Presidente podrá decir de mí lo que quiera, pero tengo una fuerza tremenda, tengo 32 libros que contradicen sus dichos. Y esos 32 libros para mí son una experiencia muy fortalecedora. Y además mis columnas en el periódico. Entonces, la verdad está dicha ahí, y los inventos se estrellan contra esta realidad inocultable del contenido de mis libros, después de estar trabajando cuarenta años en la literatura histórica, en la literatura política. Entonces, yo sí digo, bueno, los hechos, como dice un filósofo francés, los hechos son tercos.