· Durante 2022, se registraron 7 255 (0.39 %) madres menores de 15 años al momento del nacimiento de su hijo
Por: Alejandra Cortina
La adolescencia es una etapa muy importante en la vida de las personas, es un periodo de grandes cambios físicos, cognitivos y emocionales que permiten la transición de la niñez a la vida adulta.
Durante este periodo de la vida que comprende de los 10 a los 19 años (OMS), las y los adolescentes experimentan una serie de retos a nivel personal y social, que les llevan a generar aprendizajes para la toma de decisiones, desarrollar su autonomía, reconocer y asumir sus responsabilidades y obligaciones, esto les permitirá definir un proyecto de vida satisfactorio.
Sin embargo, vivir una adolescencia de forma plena aun no está al alcance de todos. Uno de los desafíos persistentes es la disminución del embarazo en esta etapa vital, con la intención de contrarrestar las brechas sociales, económicas y de género que se asocian a la maternidad temprana.
Así, en el marco del Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) proporciona datos importantes sobre los nacimientos en mujeres menores de 20 años observados en dos grupos: las adolescentes de 15 a 19 años y las niñas menores de 15.
Según la Encuesta de Nacimientos Registrados 2022, a nivel nacional el 15.1% de las madres tenían menos de 20 años al momento del nacimiento de su hijo de las cuáles, 7 255 (0.39 %) fueron madres menores de 15 años. En el Estado de Veracruz la tasa de madres menores de 20 años fue de 16.7%, es decir, por arriba de la media nacional.
¿Cuáles son las repercusiones del embarazo y la maternidad durante la adolescencia?
Los efectos de la maternidad adolescente son visibles en el corto, mediano y largo plazo, expresándose en diferentes ámbitos: educativo, psicosocial, físico, económico y laboral.
Las mujeres que son madres en edad adulta alcanzan mayores niveles de escolaridad, el 13.4% concluyen sus estudios a nivel profesional, tienen mejores ingresos y menor probabilidad de desempleo. En cambio, solo 3.8% de las mujeres con embarazo adolescente culmina sus estudios profesionales; acceden a trabajos más precarios y sin seguridad social; tienen mayor tasa de desempleo y si cuentan con un trabajo perciben un salario 31.6% menor que las mujeres que fueron madres en la adultez, esto según el estudio Consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes en México realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Por lo anterior, resulta imperioso prevenir el embarazo en la adolescencia, pues esto permitirá que las adolescentes puedan ver realizados sus derechos sexuales y reproductivos, educativos, a la salud y de igualdad, al mismo tiempo que se amplían sus oportunidades de acceder a una mejor calidad de vida y alcanzar sus metas personales.
Algunos de los factores que pueden ayudar a prevenir el embarazo en esta etapa de la vida son: acceso a los servicios de salud, asistir de forma regular a la escuela, cuidar el desarrollo emocional, uso eficiente del tiempo y actividades de ocio, educación sexual y comunicación.